21 mayo 2012



¿Habrá acampada en el Reconquista o en el Palace?
Sobre Agencias de Calificación
 y otros buitres carroñeros
(y de, cómo, ligeramente asombrados, contemplamos el extraño fenómeno mediante el que la misma dirección que antes se autoimponía medallas y condecoraciones varias a cuenta de las mentiras de los ratings, ahora se nos haya vuelto antisistema, perroflaútica y un tanto 15M)

La última andanada de Moody´s contra  varias entidades españolas, entre ellas Liberbank, es solamente una muestra más de que, una vez que huelen sangre, los zopilotes financieros no sueltan la presa hasta que le han sacado todo el beneficio posible a costa de lo que sea.

Grecia es el ejemplo y el modelo a seguir para quienes, una vez que nos llevaron a la actual situación por su codicia y su falta de escrúpulos, pretenden ahora estrujarnos hasta conseguir todas las ganancias posibles sin importar las consecuencias sociales.

Aparte del  necesario debate social acerca de todo lo que nos está pasando y de la responsabilidad de quienes, desde el mundo de la política, aprobaron las reformas legales que hacen que los especuladores (eso que eufemísticamente llaman los mercados) sean quienes deciden nuestro futuro votemos lo que votemos, es necesario que como trabajadores de las cajas sigamos insistiendo en analizar el proceso de privatización/liquidación de nuestras entidades y las complicidades políticas y sindicales que allanaron el camino para tan escandaloso expolio.

Ante la interesada falta de memoria de algunos, debemos recordar que nuestra Caja fue utilizada como punta de lanza para las privatizaciones del sector mediante la compra de CCM que, como desde la Corriente denunciamos en su momento, ni resolvía ningún problema a la Caja castellano manchega ni aportaba nada bueno a nuestra Caja, más bien al contrario (y a los hechos nos remitimos). Curiosamente, esta operación que inauguraba el proceso de liquidación de las Cajas, contó con el aplauso entusiasta de sectores tan supuestamente dispares como los consejeros delegados de varios bancos privados y los representantes de los trabajadores en el Consejo de Administración de nuestra Caja que no solamente no se opusieron a este desafuero, sino que alardearon de su participación en ella (“Un Buen Negocio” se titulaba la lamentable circular que CSICA publicó el 11 de noviembre de 2009 acerca de este lamentable asunto. ¿Seguirán diciendo lo mismo ahora unos y otros? Esperamos respuesta).

Es necesario traer a colación nuevamente todo este proceso privatizador ya que es ahora cuando la calificación de las Agencias de Rating cobra una especial importancia, más aún cuando, en nuestro caso, se sigue insistiendo con la pelma de que “no se descarta la entrada de capital privado en el accionariado de Liberbank”. Una vez conocida la calificación que nos otorga Moody´s, es fácil suponer a qué precio estarían dispuestos a entrar en el accionariado de Liberbank esos hipotéticos inversores privados y qué supondría para nuestro futuro como entidad la aplicación de esta chiripitiflaútica estrategia de vender el coche para pagar la gasolina.

Hace ya bastante tiempo, desde la Corriente expusimos lo que pensábamos acerca de estas Agencias (con las limitaciones que impone el Código Penal, obviamente) y en qué oquedad corporal opinábamos que podían meterse sus calificaciones. Curiosamente, o no tanto, en aquella época la prensa del régimen publicaba reiteradamente a toda página las altísimas notas que estos organismos adjudicaban a nuestra entidad, acompañadas de la foto correspondiente para que no quedara ninguna duda acerca de a quién le correspondía el mérito de tan excelsa gestión.

Ahora la dirección nos hace llegar un argumentario poniendo en entredicho la calificación que Moody,s adjudica a Liberbank. Como es obvio, los trabajadores no necesitamos de dichos argumentos para tener nuestra propia opinión acerca de lo que son y de a dónde nos llevan estas Agencias de Calificación que, sin ningún tipo de dudas, no merecen el menor crédito. Ni antes ni ahora. Sólo cabe preguntarse si alguien va a explicarnos cómo, según la dirección, lo que antes era un aval para su inconmensurable gestión ahora resulta ser poco menos que un papelucho sin importancia alguna.

En todo caso, por aquello de la tradición judeocristiana del perdón de los pecados, nos alegramos de que la Altísima Dirección de Cajastur, de Liberbank y de LoQueVenga haya tomado la bandera de los indignados y estamos a la espera de la acampada contra la dictadura de los mercados que, en consecuencia, esperamos que protagonicen.  Cómo todavía hay clases, suponemos que en vez del duro suelo de la Escandalera o de Sol, tan novedosa movilización tendrá lugar en la cómoda moqueta del Reconquista o el Palace. Sea donde sea, lo que cuenta es la intención reivindicativa.

¿Qué te parece todo esto?
¿Patético?
¿Lamentable?
¿Patético y lamentable?
¿Lamentable y patético?
A nosotros, lo mismo

Seguiremos informando


21 de mayo de 2012