“Si algo funciona bien, mira a ver que puedes hacer para estropearlo”
OTRO NUEVO
DISPARATE ORGANIZATIVO
Una vez más, se confirma la teoría de que, incluso
cuando nos sentimos absolutamente abandonados por la dirección y nos
interrogamos acerca de la posibilidad de que este negocio se haya traspasado y
no nos hayamos enterado, el silencio de la altísima dirección no significa, ni
mucho menos, que estén planificando alguna medida positiva para la entidad que
contribuya a sacarnos de este marasmo actual. Muy al contrario, como era de
temer y como anunciaba la rumorología, lo que se estaba preparando era una de
las tradicionales ocurrencias organizativas de las que los trabajadores venimos
siendo víctimas desde hace demasiado tiempo.
La cronología de este nuevo atropello es, según
nuestra información, esta:
Ayer jueves se convoca de urgencia una reunión con
directores y subdirectores para el mismo día por la tarde.
En dicha reunión, se notifica la implantación de un
nuevo sistema organizativo de oficinas que lleva consigo la siguiente
reestructuración:
Se crean una serie de Unidades de Gestión que, en
algunos casos, engloban varias oficinas que pasan a tener un solo director y se
unifican algunos centros de trabajo (oficinas satélite que pasan a la oficina
cabecera).
A resultas de este nuevo modelo, las oficinas con una
plantilla hasta 3 empleados, tendrán sólo subdirector; las oficinas con una plantilla entre 3 y 5
empleados tendrán sólo director y las oficinas de más de 5 empleados contarán
con director y subdirector.
Al parecer, durante la mañana de hoy se está
notificando a los compañeros afectados su cese, sin que, como es
lamentablemente habitual, se responda a las múltiples dudas que este cambio les
plantea.
Aparte del lógico cabreo que nos genera esta nueva
ocurrencia organizativa, tanto el fondo como la forma de esta modificación no
hacen más que ratificar lo que venimos manteniendo desde hace tiempo:
La dirección
no toma estas medidas a causa de la crisis, más bien aprovecha la crisis para seguir
aplicando la política de degradación de nuestra situación laboral y salarial
que siempre quiso llevar a cabo.
Los
trabajadores no somos daños colaterales en este asunto, somos el objetivo
principal de toda esta nefasta política de gestión que, además de haber
demostrado sobradamente su falta de criterio (y a la situación actual de
nuestra entidad nos remitimos), demuestra una absoluta falta de respeto por
nuestro trabajo y nuestra profesionalidad.
La única
aportación de nuestro equipo directivo en estos momentos de crisis consiste en
añadir tensión, desánimo, falta de perspectivas personales y profesionales a
una situación que sólo puede salvarse con el compromiso de los trabajadores.
Compromiso que nunca ha faltado en nuestra Caja y del que hemos dado sobradas
pruebas en todos los momentos, muy a pesar de nuestros directivos.
Seguiremos informando