El reparto de dividendos con un ERE en vigor es una
estafa (otra más)
En noviembre de 2017, con ocasión de la ampliación
de capital de Liberbank que supuso una drástica reducción del peso de las
Fundaciones Bancarias herederas de las cajas de origen en el accionariado de la
entidad, varios fondos buitre (con domicilio, en muchos casos, en paraísos
fiscales) adquirieron importantes cantidades de acciones del banco.
Obviamente estos fondos, denominados
eufemísticamente de capital riesgo (hay algo de verdad un tanto retorcida en
esta denominación: vienen a llevarse el capital y ponen en riesgo el futuro de
los trabajadores de las empresas que vienen a saquear) no acudieron a la
ampliación de Liberbank porque lo vieran anunciado en Wallapop, sino porque se
les garantizó un beneficio concreto a corto plazo, además del que obtendrán
cuando ejecuten la venta de esas acciones en el pelotazo previsto.
¿Quién se lo garantizó?
A ti, ¿qué te parece?
La contabilidad flexible y creativa que se
practica en las entidades bancarias de nuestro país permite que Liberbank pueda
declarar pérdidas o ganancias a conveniencia de los intereses de su consejo de
administración, ya sea para justificar los ERES fraudulentos o para, como en
este caso, cumplir los compromisos adquiridos con los fondos especulativos.
Es bastante llamativo, pero nada casual,
que de unas pérdidas de 259 millones de euros en 2017 pasemos a unos beneficios
de 110 millones en 2018, de los que el 20% (22 millones de euros) se van a
destinar al pago en efectivo (nada de estampitas) de dividendos.
Hoy lunes 13 de mayo se realizará el pago de
dicho dividendo.
En breve, se cumplirán 6 años de ERES
fraudulentos encadenados en Liberbank, aprovechando la corrupta Reforma Laboral
y la complicidad de una mayoría sindical traidora cada vez más amplia (CCOO,
UGT, CSIF y el Sindicato Amarillo STC).
Los brutales recortes salariales que
venimos padeciendo (en Cajastur ya desde 1999) han servido para financiar toda
clase de dispendios y para comprar toda clase de fidelidades políticas,
sindicales y mediáticas en apoyo a la nefasta gestión del actual consejero
delegado (anterior presidente de Cajastur) que ha demostrado sobradamente su
incapacidad para dirigir de una manera razonable y eficiente esta entidad (o
cualquier otra).
Ahora, con lo que nos sustraen de nuestros
salarios gracias a los ERES fraudulentos, van a pagarle este suculento adelanto
del futuro pelotazo a los fondos buitre a los que fueron a buscar para
financiar su permanencia en los sillones directivos y su posición de privilegio
cara a las fusiones venideras.
Otra estafa más que pagamos los
trabajadores.
Otro motivo más para no olvidar que los
intereses del consejero delegado y del consejo de administración no tiene nada
que ver con los intereses de quienes trabajamos en Liberbank.
Y también otro motivo para no olvidar que
quienes firman estos ERES a espaldas de los trabajadores con recortes
salariales de dimensiones y duración inédita en el sector son cómplices
directos y reincidentes de esta estafa.
En todo caso, por lo que a la CSI le atañe,
a seguir en la pelea por los derechos y la dignidad profesional y personal de
todos.
Para eso estamos.
13 de mayo de 2019