Beneficios: el inmoral y cansino cuento de siempre
El anuncio de los resultados de los primeros tres trimestres del año de la pandemia resulta, como es habitual, la clásica obra de ciencia ficción que, de tan repetida y tan patética, nos tiene más que hartos.
Cabe preguntarse para qué se molestan en montar este teatrillo del absurdo que no se creen ni los mismos guionistas cuando lo más práctico sería decir que los resultados de Liberbank son aquellos que en cada momento le convengan al Consejero Delegado y a los especuladores que controlan el Consejo de Administración, con la maloliente particularidad de que dichos resultados, siempre que les interese al Consejero Delegado y a los especuladores que controlan el Consejo de Administración, pueden significar en un mismo momento cosas absolutamente diferentes y opuestas: una sólida situación atractiva para los inversores y una práctica bancarrota para justificar los recortes fraudulentos a los trabajadores.
Resulta llamativo (relativamente llamativo conociendo el percal contable) que en medio de tanta palabrería pseudoespecializada no se haga ninguna alusión a la cantidad que nos adeudan en base a la anulación por la Audiencia Nacional de los recortes fraudulentos, ademàs de ilegales a partir de dicha sentencia, que nos llevan aplicando desde principios de año.
A estas fechas, nos adeudarían sobre 12 millones de euros, cantidad que se incrementaría cada día que sigan aplicando estos recortes, por mucho que se pretendan apoyar en ese recurso al TS que han anunciado, cuyas posibilidades de prosperar son las mismas que las posibilidades de que quienes hundieron y achatarraron Cajastur en beneficio propio sepan gestionar con una mínima ética profesional cualquier tipo de empresa: ni Liberbank, ni Unicaja, ni el Banco Chino de Manolita Chen: entre cero y ninguna.
En todo caso, estos resultados y el inmoral empeño del Consejero Delegado en repartir dividendos con el dinero que nos roban (suena fuerte el término? no se nos ocurre otro más correcto y más ajustado a la realidad) a los trabajadores constituyen una nueva demostración de que hay mentiras y hay saqueos que, de momento, continúan impunes por las múltiples complicidades de quienes deberían denunciarlos y perseguirlos, sin que esto haga que lo falso se torne en verdadero ni que la falsedad se convierta en una virtud encomiable.
Por nuestra parte, contra estos actuales atropellos, los pasados y los que vendrán, a seguir en la pelea por los derechos y la dignidad profesional y personal de todos los compañeros.
26 de octubre de 2020