En las oficinas de Asturias seguimos padeciendo el típico verano de Liberbank: no se cubren vacaciones ni bajas, no se recibe ningún apoyo a nivel comercial ni a nivel operativo y nos las tenemos que apañar como buenamente podamos, sufriendo los mandatos de una dirección que nos deja a los pies de los caballos en lo referido al trabajo diario y a la atención a una clientela cada día mas descontenta, mientras no se cansa de exigir resultados a todas luces imposibles.
Por si no teníamos bastante, a alguna luminaria directiva, muy suelta de cuerpo, se le ocurrió que la mejor manera de evitar que los clientes descontentos cancelen sus cuentas es..... impedir que puedan cancelarlas.
Increíble pero cierto.
En un primer momento, se prohibió que cancelásemos relaciones de los clientes sin autorización previa de la dirección de zona.
¿Qué se consigue con eso?
Cabrear más aún a los clientes que, si se van de la entidad, es porque ya están lo suficientemente cabreados, al obligarlos a volver a la oficina para una gestión que, en todo caso, van a hacer.
¿Qué va a hacer la dirección de zona para evitar que un cliente que ha decidido irse y ya ha hecho todas las gestiones para cambiar de entidad se vaya?
Nada.
O el doble, nada de nada.
¿Quienes tenemos que soportar el lógico enfado de los afectados?
Los trabajadores de las oficinas, obviamente.
¿Le importa esto a la dirección de banca comercial de Unicaja?
Todo parece apuntar a que no.
Como decimos, seguimos percibiendo ese viejo y maloliente tufillo de Liberbank y su desprecio a los trabajadores de oficinas.
¿Es legal esta versión cutre del corralito que se está implantando en Asturias?
Estamos convencidos de que no es legal en absoluto, pero, al parecer, ciertos directivos de Unicaja se consideran por encima del bien y del mal, ya que, por experiencia, saben que sus atropellos los paga la entidad y ellos se lo llevan calentito (véase los altos directivos de Liberbank expertos en saquear a trabajadores y clientes que se fueron forrados de millones)
Como es lógico, no se puede impedir que los clientes se lleven su dinero y cancelen su cuentas si quieren, por mucho que estos directivos quieran falsear las estadísticas para cumplir sus objetivos a base de seguir machacándonos a los trabajadores que tenemos que sufrir las consecuencias de estos disparates.
La única manera de evitar esa fuga de clientes heredada del Banco Horrible Liberbank, es desarrollar una política comercial enérgica y ambiciosa (justo lo contrario de lo que se está haciendo) en Asturias, para dar por finalizada la penosa etapa que llevamos viviendo desde que los Golfos Apandadores se dedicaron a saquear nuestra Caja. Respecto a este asunto publicaremos en breve una circular especifica.
Por si estas instrucciones de muy dudosa legalidad fueran poco, el viernes pasado, la operativa de cancelación de cuentas estaba desactivada.
Así son de impresentables.
Ante este disparate que nos puede traer muchos más problemas de los demasiados que ya tenemos y lamentando tener que tomar medidas de este tipo cuando tenemos tantas cosas que negociar y que arreglar, desde la CSI anunciamos que, si, inmediatamente, no se corrigen estas instrucciones que no hacen más que empeorar nuestra situación como trabajadores y la situación de Unicaja en Asturias, procederemos a denunciar ante el Banco de España esta actuación intolerable para dejar a salvo las posibles responsabilidades de los trabajadores a los que se nos obliga a este tipo de actuaciones.
Seguiremos informando.
2 de septiembre de 2024
Próxima circular:
“Hace un año que yo tuve una ilusión” De la reunión con el consejero delegado en septiembre de 2023 y sus buenas palabras, a la triste realidad de hoy