Desde un primer momento, CSI ha pretendido realizar una campaña electoral seria (aunque no fúnebre), rigurosa, austera en los medios, generosa en creatividad y autoexigente en los contenidos. En resumidas cuentas, una campaña que no ofenda la inteligencia de los compañeros a los que nos dirigimos ni nos haga sonrojar a quienes participamos de forma activa en este proyecto.
Dada la dispersión de nuestras oficinas, es muy difícil llegar a todos los compañeros, hablar con ellos, poder exponerles lo que pensamos que se puede y se debe hacer para defender nuestros derechos y para oponernos a tanto atropello y tanta arbitrariedad como estamos padeciendo. También quisiéramos poder hablar con todos y cada uno para transmitirles nuestro convencimiento de que la pelea no es únicamente por nuestras condiciones laborales y salariales y que lo que está en juego, sobre todas las cosas, es nuestra dignidad como trabajadores y como personas.
Este año, por primera vez y seguramente por casualidad, no se van a conceder permisos para que los candidatos puedan hacer campaña visitando las oficinas, por lo que aquellos sindicatos que no tengan horas sindicales por ser la primera vez que se presentan (casualmente, solo hay uno, CSI), no contarán con la posibilidad de hablar directamente con los compañeros. Sin comentarios. Aún así, privados de la posibilidad de este contacto directo, queremos, durante esta campaña, hacer llegar a todos nuestra certeza de que la justicia, la razón y la decencia están del lado de los trabajadores y el compromiso de que vamos a poner todo nuestro empeño para que, más primero que tarde, este largo paréntesis oscuro en nuestra vida laboral y personal no sea más que un recuerdo y para que sus responsables ........................( y hasta ahí podemos leer).
En ello estamos
25 de Abril de 2008