30 diciembre 2014

Operación Plasma (recibiendo a Rajoy y Fernández, dos hombres y un destino)



 
Operación Plasma
(recibiendo a Rajoy y Fernández,
 dos hombres y un destino)

Yo plasmo
Tú plasmas
Él sale en una tele de plasma
Nosotros plasmamos
Vosotros plasmáis
Ellos roban a manos llenas

Hoy tuvo lugar en Bustio (pequeño pueblo en el oriente asturiano, lindando con Cantabria) la inauguración del último tramo de la autopista A-8.

A esta inauguración acudieron dos pesos pesados (pesados y cansinos) de la política nacional y regional: Mariano Rajoy (el mandatario que se dirige al populacho desde una tele de plasma como si fuera el líder de una invasión alienígena) y Javier Fernández (el Presidente Indolente que hace como que gobierna Asturias entre siesta y siesta). Estuvieron acompañados de diferentes personajes de la política nacional y regional que, dado el frío que hacía y, sin que sirva de precedente, llevaban las manos metidas en sus propios bolsillos y no en los nuestros. No estuvieron físicamente ni el pequeño Nicolás ni Fernández Villa, pero sí sus respectivos espíritus.
Según cuentan, Rajoy y Fernández, esos dos chispeantes, dicharacheros y alegres personajes que nos gobiernan, departieron amigablemente durante todo el acto, felicitándose  mutuamente por el pacto PSOE/PP que ayer les permitió aprobar los presupuestos del gobierno asturiano y manifestando a la prensa que, a pesar de su acaramelamiento, sólo son buenos amigos que comparten aficiones comunes: la corrupción política, las privatizaciones, el saqueo de las cajas de ahorros, las reformas laborales, la sumisión a la Troika y la aplicación del refrán que dice “al obrero y al gorrión, perdigón”.
 
A esta hermosa villa de Bustio nos trasladamos decenas de personas pertenecientes a diversos colectivos sociales y laborales que, tal vez por falta de agudeza visual, no acabamos de percibir esa salida de la crisis que manifiestan las estadísticas falseadas elaboradas a medida del PP y tampoco acabamos de distinguir entre los recortes y las privatizaciones que práctica el PSOE en Asturias (ellos las llaman externalizaciones que suena mucho más progresista y tolerante y tal y tal) y las que practica el PP en el resto del país. En cuanto a los brotes verdes, nos los comimos en ensalada ya la semana pasada. Como tantos asturianos.

Una vez más, la delegación del gobierno en Asturias, después de sesudos estudios geoestratégicos, nos ubicó en una situación que nos ocultaba de la vista de los próceres de la patria, para evitar que nuestra desastrada presencia física y nuestro torpe aliño indumentario restase algo del relumbrón que, a su entender, se merecía tan destacado acto institucional.
 
Sea como sea, allí estuvimos, dejando de manifiesto, entre otras cosas, que la reforma laboral es una ley genocida que no figuraba en ningún programa electoral, dictada por políticos corruptos al servicio de la banca, la gran patronal y los especuladores internacionales; que la privatización es robo y corrupción; que esto no es una crisis, es una estafa; que los políticos que nos saquearon deben estar en la cárcel y no cortando cintas inaugurales; que estos personajes son una parte muy importante del problema y no pueden ser la solución; que no nos tragamos sus mentiras y que no nos vamos a quedar parados mientras nos lo arrebatan todo.

No quisieron vernos, pero tuvieron que escucharnos. Sin duda.

30 de Diciembre de 2014