23 enero 2015

Declaraciones del Presidente ¿Bonitas palabras solamente?



Declaraciones del Presidente
¿Bonitas palabras solamente?

Seguimos citando a Cromwell:
“Confiad en Dios, pero mantened seca la pólvora”

(El presidente de Liberbank) ha recordado que los trabajadores están afectados por un expediente de regulación de empleo (ERE) y que existen afectados por las preferentes por lo que “habrá que ver cómo atendemos a todos”

“Es una nueva etapa: lo pasado no puede volver a pasar”

Aunque los trabajadores de Cajastur hemos aprendido, a golpe de palos y mentiras, a no creernos nada de lo que declaran ante los medios de comunicación los directivos de la entidad, no está de más subrayar cómo las recientes declaraciones del Presidente no ejecutivo de Liberbank supondrían, de ser refrendadas por los hechos, un evidente cambio de actitud en cuanto al modelo de relaciones con los trabajadores, con los clientes y con la sociedad que, además, supondría también un reconocimiento claro de que la estrategia seguida hasta ahora ha sido un absoluto disparate.

La dirección de Liberbank acumula en los tribunales cientos de demandas: un ERE anulado totalmente por la Audiencia Nacional el único de toda la liquidación/privatización de las cajas) y otro anulado parcialmente a la espera ambos de resolución de los pertinentes recursos en el Tribunal Supremo, decenas de recursos individuales de trabajadores contra la aplicación de esos ERES, numerosas demandas de trabajadores trasladados fraudulentamente y despedidos cuando consiguen que los tribunales anulen esos traslados, cientos de reclamaciones de clientes perjudicados por la contratación de Deuda Subordinada y Participaciones Preferentes que están siendo una tras otra falladas a favor de los demandantes y que se siguen recurriendo de forma temeraria, como ya han advertido los tribunales.

La dirección de Liberbank ha tratado, hasta ahora, con una prepotencia y una falta de respeto absolutas a trabajadores y clientes generando un clima extremadamente enrarecido en todo lo que se refiere a la entidad. La respuesta a las demandas de unos y otros siempre ha sido la misma: “Si no están conforme, que vayan a los tribunales”. El resultado está a la vista: dinero a espuertas para los bufetes de abogados (que ganen o pierden, se lo llevan calentito) y, a pesar de la cantidad de dinero que se dedica a untar a la prensa del régimen, una imagen lamentable para la entidad.

Las declaraciones del Presidente señalan la necesidad de arreglar unas cuantas cosas antes de proceder al pago de dividendo, cosa que resulta obvia.

En lo que nos atañe más directamente, parece evidente que con un ERE brutal como el que estamos sufriendo los trabajadores, plantearse el pago de dividendos supone una actitud francamente insostenible en estos tiempos.

Es obvio, igualmente, que lo que obliga a tener en cuenta (retóricamente de momento, esperemos que en la práctica no tardando) estas situaciones es la denuncia y la movilización por parte de los afectados. La realidad nos ha enseñado con creces que estas presuntas buenas voluntades no surgen espontáneamente y que quedarse sentado mientras eres objeto de estos atropellos no conduce nada más que al fracaso y a la melancolía (en cuanto a lo de ser cómplice directo de dicho escarnio, como sucede en el caso de los sindicalistas del régimen de Liberbank, nuestra opinión es sobradamente conocida).

Por tanto, a la espera de que se vean reflejadas en acciones concretas las palabras del Presidente, seguimos en la pelea.

Por la cuenta que nos trae a todos.

23 de enero de 2015