Buscando
desesperadamente al Presidente Indolente
Javier Fernández, presidente del gobierno
asturiano, comparecía ayer ante la Comisión de Investigación del Caso Fernández
Villa en la Junta General del Principado de Asturias.
Ante la puerta de dicha Junta le esperamos
una delegación de las Asambleas de Trabajadores en Lucha, para expresarle nuestra
opinión (más bien negativa, ciertamente) acerca de su nulo apoyo a todos los
colectivos laborales que estamos luchando contra los cierres de empresas, los
ERES, los despidos y los recortes.
También queríamos recordarle que, desde
mayo del año pasado, tenemos solicitada una reunión con su augusta persona,
para exponerle las situaciones que estamos atravesando y para exigirle un
compromiso real con el empleo y el futuro de Asturias, más allá de los huecos
discursos y las vanas promesas electorales.
En un país normal, un presidente que se
dice socialista no tendría ningún problema en acceder a la sede del parlamento
por su puerta principal, aunque para eso tuviera que cruzarse con grupos de
trabajadores que reclaman sus derechos y defienden sus empleos.
En un país normal. Pero esto es Asturias.
Javier Fernández, presidente de Asturias por
la gracia de Villa, rehusó concedernos el honor de su presencia y no accedió a
la Junta por su entrada principal.
Nos quedamos sin verle. Pena, penita,
pena. Otra vez será.
Una vez dentro, sobre la fortuna de Fernández
Villa aflorada en la amnistía fiscal del PP, el Presidente Indolente, como era
de esperar, se acogió a la fórmula socrática: “Sólo sé que nada sé”.
27 de enero de 2015