Las vergüenzas del
sindicalismo del régimen
El problema son los eres, los recortes y los despidos,
no los langostinos
Al
igual que en el caso de las tarjetas black de Cajamadrid, el penúltimo
escándalo del sindicalismo del régimen (las cuentas de la federación de banca y
ahorro de CCOO), más allá de revelar unos usos y costumbres vergonzosos y de poner
de relieve la falta de escrúpulos de estos directivos sindicales, constituye un
nuevo síntoma de la descomposición de un modelo sindical podrido que ha tenido
en la privatización/liquidación de las cajas de ahorros y su reconversión
consiguiente la más clara demostración de su complicidad con las cúpulas
directivas que saquearon las cajas y nos hicieron pagar este saqueo a
trabajadores y clientes.
Lo
que es gravísimo, aunque los sindicalistas del régimen se hubieran alimentado
de bocadillos de panceta y hubieran dormido en una fonda (evidentemente, no es
el caso), es su gestión, todavía no explicada, en los órganos de gobierno
(consejos de administración, comisiones de control y asambleas generales) de
las cajas de ahorros y su complicidad activa en los miles de despidos y en los
salvajes recortes que trajeron consigo la conversión de las cajas en bancos
privados.
Miles
de trabajadores de las cajas se han visto de patitas en la calle por los ERES
que firmaron estos personajes, por su cuenta y riesgo, sin consultar a nadie y
siguiendo un guión preestablecido, con indemnizaciones de 30 días por año con
un tope de 18 mensualidades (haz tus cuentas e imagínate la situación en la que
quedan los compañeros).
En
el caso de Liberbank, en el primer ERE (tumbado en la Audiencia Nacional por la
demanda de la CSI), se aplicaban recortes salariales brutales que, en muchos
casos, superaban más del 60%. En el segundo ERE, vuelto a firmar por los mismos
impresentables con algún añadido de última hora, nos aplican, durante tres años
y medio (¡!), recortes de hasta el 40% del salario. A ver que dice el Tribunal
Supremo sobre estos ERES fraudulentos.
En
nuestro caso, además, estos personajes sacan pecho porque, según ellos, han
conseguido que no hubiera despidos (de los trasladados/despedidos no se
acuerdan). O sea, que todavía tenemos que estarles agradecidos por los recortes
salariales durante tres años y medio. Increíble pero cierto.
Para
más abundamiento, a la vista de la torpeza de sus asalariados de Liberbank, el máximo
dirigente de Banca y Ahorro de CCOO (el mismo que actualmente está realizando
una gira por los medios de comunicación defendiendo los sobresueldos que
cobraba) se personó en la mesa de negociación del primer ERE para intentar encauzarlo
debidamente.
Seguramente
a él y a otras mentes pensantes de CCOO, junto con el gabinete de abogados que
representa a la dirección, se les ocurrió la brillante y novedosa idea de dejar
que se aplicasen las medidas unilaterales de dicha dirección, para una vez
metido el miedo en el cuerpo de los trabajadores, firmar el ERE y vendernos la
moto de que consiguieron mejoras gracias a su capacidad negociadora y
movilizadora. Nos usaron como cobayas de
laboratorio, pero no les resultó.
En
todo caso, lo publicado acerca de las cuentas de CCOO de Banca vuelve a poner
de manifiesto la urgente necesidad de
construir un sindicalismo que realmente defienda los derechos de los
trabajadores y no los intereses bastardos de unas cúpulas dirigentes que ya han
hecho de la traición una costumbre. Pero esa tarea no puede ser cosa de unos
pocos. Todos los trabajadores, por la cuenta
que nos trae, debemos implicarnos en
ella.
Por
nuestra parte, en ello estamos.
Seguiremos
informando
18
de febrero de 2015
P.D.:
de todas las increíbles justificaciones del máximo dirigente de Banca y Ahorro
de CCOO acerca de sus trapacerías, la que más nos ha llamado la atención es la
siguiente:
"Si queremos seguir motivando, captar a los
mejores y no perder talento, hay que pagar de manera justa los servicios de los
profesionales"
Traducido al román paladino: “Lo cobro porque yo lo valgo”
Como se ve, la modestia no es
una de las múltiples virtudes que atesoran estos individuos
En
nuestro caso, parece difícil que incluso ese vomitivo discurso empresarial
sobre motivación, valía, talento y profesionalidad pueda aplicarse en Liberbank
(donde según las informaciones de prensa, los dirigentes de CCOO cobraban
sobresueldos mientras firmaban los ERES).
A ti, qué te parece?
A nosotros, igual