¿Preparando un nuevo ERE?
¿Por qué lo llaman Plan Comercial cuando quieren decir
Reconversión/Liquidación?
El
desarrollo de la Prueba Piloto del Proyecto “Plan Comercial” en Avilés no ha
hecho más que confirmar nuestras lógicas sospechas (basadas en el conocimiento
de los modos y maneras del equipo directivo que, para nuestra desgracia dirige
Liberbank) acerca de las intenciones últimas de quienes han diseñado dicho
proyecto.
Utilizando
la jerga habitual para camuflar con términos supuestamente técnicos lo que no
deja de ser una reestructuración de libro (¿alguien puede leer algo tan vacío y
patético como “la implantación de una nueva segmentación estratégica, una
propuesta de valor adaptada que permita capturar el potencial identificado en
los clientes y un programa de sistemática comercial para afrontar los retos
comerciales futuros” sin sentir que le están tomando por idiota?) la dirección
de Liberbank continúa desarrollando una estrategia que, sin lugar a dudas,
tiene como único objetivo preparar las condiciones para justificar un nuevo
ERE.
¿Qué otro sentido podría tener la
continua externalización de servicios propios de las oficinas, la migración
forzada (quiéranlo o no) de los clientes a canales distintos de la atención que
prestamos los trabajadores, y, para rematar, la remodelación de las oficinas
para que esa expulsión de los clientes de dichas oficinas (y, en muchos casos,
de la propia entidad) sea lo más rápida y lo más drástica posible?
¿Alguien se cree que con estas medidas
se busca una mejora de la atención al cliente y, por consiguiente, un
afianzamiento de su relación con la entidad?
¿Alguien se cree que con estas medidas
se busca algo distinto al vaciado de tareas de los trabajadores que permita
justificar futuras reconversiones
aprovechando la nefasta reforma laboral y la complicidad del sindicalismo del
Régimen que tan buenos resultados les han dado hasta ahora a los
privatizadores/liquidadores de nuestra Caja?
Como
decíamos al principio, la remodelación de las oficinas de Avilés no deja ningún
lugar a dudas sobre lo poco que contamos los trabajadores y los clientes en
este proyecto (como en todos los anteriores):
Los
compañeros afectados no han sido informados en ningún momento de las
consecuencias de los cambios en las oficinas.
La
remodelación de las oficinas se ha encargado a El Corte Inglés (un buen negocio
cuyas cifras y cuyas posibles contrapartidas sería bueno conocer) y ha sido por
medio de quienes han llegado a dichas oficinas a realizar las obras como han
podido enterarse los compañeros que trabajan en ellas del alcance de esa
remodelación.
Se
elimina el servicio de caja en oficinas que lo han venido prestando desde décadas.
No
se ha informado a los clientes afectados de los cambios a practicar en sus
oficinas de referencia.
Como es fácil de constatar, nada que ver
con una mejora del servicio ni con unos cambios tendentes a garantizar el
futuro de nuestra entidad y, por consiguiente, el de nuestros puestos de
trabajo.
No en vano es público y notorio el
entusiasmo que está mostrando nuestra competencia con la cantidad de clientes
que la gestión de nuestro equipo directivo les está sirviendo en bandeja.
Cabe repetir aquí la pregunta que
hicimos ya hace tiempo, cuando muchos otros entonaban vomitivas alabanzas a
tanto el halago: ¿para quién trabaja Menéndez, aparte de para él mismo?
El
equipo directivo de Liberbank tiene sus propios intereses: su única ambición (y
nunca mejor utilizado este término) es cumplir sus compromisos con los grupos
especuladores nacionales y extranjeros que están quedándose con nuestras cajas
a precio de saldo y garantizar el mantenimiento de sus sillones en el consejo
de administración, no sólo por las inmerecidas retribuciones que perciben, sino
también por el control sobre cualquier intento de enjuiciar su nefasta gestión
al frente de las cajas que privatizaron y liquidaron.
Por
eso, y con más motivos que nunca, a seguir en la pelea.
Por
la cuenta que nos trae a todos.
10
de abril de 2016