Elecciones sindicales oficinas:
juzgando el pasado
“La mejor manera de decir es hacer” José Martí
Gracias a los votos y a la confianza que
los compañeros nos otorgaron en 2012, hemos tenido la fuerza suficiente para
desarrollar una continuada labor en
defensa de nuestros derechos, nuestras condiciones laborales, nuestros puestos
de trabajo y nuestra dignidad profesional y personal. No fue fácil,
pero esa era y sigue siendo nuestra obligación (y nuestra vocación). Seguimos
en esa hermosa tarea.
El
próximo 9 de mayo los trabajadores de las oficinas de Asturias elegiremos a los
compañeros que nos van a representar durante los próximos cuatro años.
Con
nuestro voto, elegiremos a quienes nos van a representar en unos años que, sin
apostar ni al pesimismo ni al catastrofismo (más bien al contrario, desde el
optimismo organizado, consciente y luchador, como siempre hemos hecho desde la
CSI), van a ser, como mínimo, turbulentos.
También,
con nuestro voto, el 9 de mayo vamos a juzgar lo ocurrido estos últimos años y
la labor desarrollada por los sindicatos y por quienes fuimos elegidos hace
cuatro años para representar a todos los compañeros y, sobre todo, la
coherencia entre lo prometido cuando pedíamos el voto hace cuatro años y la
tarea realizada en este periodo.
En
esta circular, de manera forzosamente resumida, vamos a analizar la labor
realizada por los delegados de la CSI durante el periodo más azaroso de nuestra
vida laboral, dentro del proceso de privatización/liquidación de las cajas con
la reconversión consiguiente (aún no finalizada), facilitada además por una
reforma laboral elaborada a la medida de la banca, la gran patronal y las
multinacionales que facilita enormemente tanto los despidos colectivos como los
brutales recortes salariales de los que hemos sido objeto.
De
la complicidad activa en todo este proceso de los sindicatos del Régimen (que,
con sus diferentes franquicias, vuelven a pedirnos el voto para seguir
vendiéndonos y tratándonos como cretinos) nada vamos a añadir a lo ya dicho y a
lo ya sobradamente demostrado, por mucho que rebuznen y se solacen chapoteando
en el fango de sus vomitivas circulares.
El
amplio apoyo conseguido en las oficinas en las elecciones de 2012 nos permitió
afrontar, desde el compromiso que habíamos asumido con los compañeros a los que
pedimos el voto, el duro trabajo que supuso enfrentarse a la ofensiva
generalizada contra nuestro presente y nuestro futuro llevada a cabo por una
dirección con muchos (demasiados) medios materiales y muchos (demasiados)
apoyos de todo tipo (políticos, legales, mediáticos, sindicales).
Unidad de los trabajadores
Como
siempre dijimos, la CSI apuesta por la unidad de los trabajadores, sin ningún
tipo de sectarismo ni clientelismo, en defensa de los derechos de todos. Para
eso, como habíamos prometido, impulsamos la puesta en funcionamiento del Comité
de Oficinas, órgano colectivo de representación donde quienes fuimos elegidos
por el voto de los compañeros (y no las cúpulas sindicales de Madrid y/o Banco
CCM) afrontamos de manera colectiva esa labor de representación. Participamos
muy activamente en la redacción de los estatutos de dicho Comité que, por su
carácter democrático y participativo, contó con la aprobación unánime de todos
sus miembros. Desde la presidencia del Comité de Oficinas, los delegados de la
CSI hemos impulsado su vigencia apostado siempre porque, dejando a un lado las
siglas y las diferencias de estrategia y táctica sindical, pudiésemos unir
nuestras fuerzas en defensa de los compañeros a los que representamos. Por ese
mismo carácter unitario del Comité de Oficinas seguimos apostando y en esa
línea seguimos trabajando.
Información veraz y transparencia
La
transparencia en la información a los compañeros ha sido otro de los
compromisos importantes que asumimos hace cuatro años. Las decenas de
circulares, las asambleas convocadas junto con otros sindicatos cuando fue
posible y en solitario cuando no tuvimos más remedio por la negativa de éstos,
la información publicada en tiempo y
forma en nuestro blog constituyen los testimonios más evidentes del grado de
cumplimiento de dicho compromiso. Con la modestia de nuestros medios materiales
pero gracias al esfuerzo de nuestros delegados y gracias, sobre todo, a la
ayuda de muchos compañeros anónimos, hemos mantenido una permanente línea de
información que sirvió para desbaratar las maniobras de intoxicación y las
mentiras que acompañan a todo este proceso de reconversión que estamos
viviendo.
Negociación
El
rigor y la seriedad en las mesas de negociación (a las que tuvimos forzosamente
que ser convocados gracias a los votos de los compañeros) ha sido una de las
líneas de actuación que consideramos necesario recalcar. Frente a quienes
acudían a negociar los ERES con las manos en los bolsillos, “a ver qué decía la
dirección”, sin ningún trabajo previo, confiados tal vez en los apaños entre cúpulas
sindicales y cúpulas directivas, la representación de la CSI ha llegado a esas
reuniones con una estrategia que consistía en exigir que la negociación fuera
verdaderamente eso y no un simple paripé para cubrir el expediente.
Ante
quienes, en su desesperado y baldío intento de desprestigiarnos, nos achacan
una falta de voluntad negociadora, nada más alejado que la realidad y la
práctica de nuestro sindicato: ya en 2011 fueron la dirección y el resto de los
sindicatos los que nos impidieron físicamente participar en la mesa de
negociación en la que acordaron las prejubilaciones de oro para directivos
sindicales y empresariales a cambio de la movilidad geográfica ilimitada para
los trabajadores. Participamos activamente en la negociación de la transformación
del Pecajastur que, recordamos, fue aprobada por la inmensa mayoría de los
trabajadores. Conseguimos, mediante la movilización y la denuncia, que tuviera
lugar la negociación que permitió que la compañera despedida de la Obra Social
y Cultural (que se negó a vender su puesto de trabajo y decidió, pelear por él en
un gesto de valentía que la honra y que nos hace sentirnos orgullosos de ser
sus compañeros) esté de nuevo trabajando
en nuestra entidad gracias a un acuerdo con la empresa previo al juicio por su
despido.
En
las mesas de negociación de los ERES, la CSI exigió, desde un primer momento (y
así lo pudieron saber los compañeros gracias a nuestra política de información
y transparencia) la documentación que permitiera conocer la verdadera realidad
contable de la entidad, condición indispensable, según nuestro criterio, para
poder negociar (negociar decimos, no pastelear) cualquier posible recorte a los
trabajadores. Esta actitud de no admitir la supuesta necesidad de dichos
recortes por la sola voluntad de la dirección nos supuso, en ocasiones,
quedarnos muy solos en la mesa: en el segundo ERE, todos los demás sindicatos,
a pesar de reconocer que era cierto lo que decía la CSI en cuanto a que la
dirección no aportaba documentos que probasen la procedencia de los brutales
recortes salariales se pusieron de acuerdo para ofrecer, como punto de partida
(a partir de ahí, hacia arriba) un recorte del 15% de nuestros salarios. Como
dijimos en su momento, distinguiendo entre quienes una vez más traicionaban y
quienes, a nuestro entender, se estaban equivocando al proporcionar cobertura a
quienes nos iban a traicionar una vez más (como, obviamente, sucedió), dar por
buenos recortes de este calado y esta duración sin actividad probatoria alguna
supone dar un cheque en blanco a la dirección y a sus cómplices. A los hechos
nos remitimos. En resumen, la CSI negocia con rigor, seriedad y transparencia, como
creemos que debemos hacerlo para cumplir con nuestro compromiso con los
compañeros.
En
estos cuatro años, hemos padecido situaciones inéditas por su gravedad y su
dureza. Los ERES han supuesto un antes y un después en las relaciones laborales
que ya se encontraban muy deterioradas previamente debido a una política de
personal absolutamente intolerable que, contra toda lógica, ha hecho de los
trabajadores (como de los clientes, en muchos casos) el supuesto enemigo a
batir.
Movilizaciones
Frente
a quienes, sin mejor argumento para pedir el voto y para disculpar, en unos
casos la complicidad con la dirección y en otros, una supuesta oposición a los
recortes que no se refleja en sus acciones, dicen, refiriéndose a la CSI, que
“no hay que instalarse en un clima de eterna confrontación”, debemos recordar
que no somos nosotros quienes apostamos por esa confrontación, sino que es la
dirección la que, con su permanente agresión a los trabajadores, establece un
clima al que debemos enfrentarnos no sólo los delegados de la CSI, sino
cualquier representante de los trabajadores que no venga al sindicalismo a atecharse mientras los demás compañeros no
tienen ese cómodo paraguas que significa ser sindicalista complaciente y no dar
la cara en defensa de los trabajadores a los que se representa.
Frente
a quienes buscan en el sindicalismo una cómoda forma de dolce far niente, a los sindicalistas que peleamos, aparte de
mojaduras, heladas, multas de la delegación del Gobierno y falsas denuncias
penales del sindicalismo del Régimen, entre otros privilegios, nos cabe el
orgullo de intentar defender a los compañeros con todos los medios a nuestro
alcance. No es poca cosa.
Durante
estos cuatro años, hemos defendido los derechos de todos en la calle, como se
acordó en las asambleas unitarias en su momento, sin sectarismo ninguno, sin
siglas en las pancartas y sin esas patéticas batallas para ver quien aporta más
banderitas de plástico a la fotografía. Si la mayoría de las veces no hay
delegados de otros sindicatos no es, ni mucho menos, por nuestra voluntad, sino
por la falta de voluntad de ellos (obviamente, sus motivos tendrán).
En los Tribunales y la Inspección de
Trabajo
Durante
estos cuatro años, hemos defendido a los compañeros con las denuncias (a
Inspección de Trabajo, a los juzgados de los Social, a los juzgados de lo
Penal…) acerca de lo que nos está pasando y acerca de lo que está pasando en la
entidad. En el Comité de Seguridad y Salud hemos aportado nuestro esfuerzo para
que un tema tan importante como la influencia en nuestra salud de las
condiciones de trabajo no sea parte de ese ahorro que siempre se consigue
recortándonos a nosotros mientras se despilfarra en otros conceptos mucho menos
justificables (sueldos e indemnizaciones a directivos, dietas del consejo de
administración, pago de dividendo a los accionistas mientras estamos en un ERE,
etc.). Precisamente la semana pasada, la Inspección de Trabajo dio respuesta a
una detallada y documentada denuncia de los delegados de seguridad y salud de
la CSI acerca de, entre otras cuestiones, la falta de revisiones en los
sistemas y los filtros de aire acondicionado, asunto que es fundamental ya que
significa la calidad del aire que respiramos durante toda la jornada laboral.
En breve informaremos de esta resolución que, esperamos, permita que se
gestione adecuadamente esta parte fundamental de nuestra salud. Porque ese es
el propósito de todas nuestras
denuncias: que se corrija aquello que es injusto y que se esté haciendo mal.
Para eso somos representantes de nuestros compañeros (a mucha honra, además).
Contra los ERES fraudulentos
Mención
especial merece la labor que hemos llevado a cabo en los Tribunales de Justicia
frente a los ERES. Ahora, en campaña electoral, hay quienes se dedican a
justificar lo que hicieron, lo que no hicieron o lo que trataron de impedir que
otros hiciéramos en torno al primer y el segundo ERE. Es tarde para eso. La CSI
ha explicado lo que iba a hacer y lo había hecho cuando había que hacerlo, no
dos años más tarde. Y lo hicimos cuando hay que hacerlo, antes de conocer las
sentencias (que, nada más que fueron emitidas publicamos íntegramente para que
todos los compañeros pudieran valorar su contenido).
En
la CSI, las reclamaciones judiciales colectivas o particulares son parte de una
estrategia sindical de defensa de los derechos de los trabajadores. No son un
suculento negocio para abogados, ni para el aparato sindical, ni una forma de
practicar el clientelismo sindical. Los abogados de nuestro sindicato, cuya
capacidad y entrega ha quedado sobradamente demostrada en este proceso de pelea
judicial, son profesionales que, además de serlo, comparten el proyecto
sindical de la CSI con lo que eso conlleva de militancia y compromiso. No
resulta fácil pelear contra gabinetes de alto copete con medios ilimitados (que
se pagan con nuestros recortes). Hay que poner mucha capacidad y mucha entrega
para tener alguna posibilidad de éxito, con tantas cosas en contra, pero
nuestra abogada y compañera Marta Rodil estuvo, como siempre, a la altura.
Peleamos
y seguimos peleando el primer y el segundo ERE, en los tribunales y en la
calle, con el mismo rigor y el mismo convencimiento, compartido con muchos
compañeros, de que eran injustos, inmorales y no garantizaban ninguna seguridad
en el empleo para los trabajadores. Conseguimos tumbar el primero. Así como
suena: fue la CSI el único sindicato que planteó la demanda por violación del
derecho a la libertad sindical en su vertiente de negociación colectiva que
consiguió tumbar el ERE en la Audiencia Nacional. Por mucho que haya quienes se
empeñen en ponerse medallas a costa del trabajo ajeno, así es.
El
segundo ERE fue aprobado por la Audiencia Nacional por medio de una sentencia
(ratificada posteriormente por el Tribunal Supremo, empeorándola incluso en lo
que a las aportaciones al plan de pensiones se refiere) de la que tenemos una
muy penosa opinión, llena de confusiones y omisiones, en la que entre otras
cosas se reconocía que los tres años y medio de duración del ERE son excesivos,
pero que, como es aprobado por la mayoría sindical (la que, muy suelta de
cuerpo, ahora te pide el voto) lo da por bueno.
Desde
la CSI presentamos, además de las demandas colectivas contra el primer y
segundo ERE, decenas de demandas particulares contra esos mismos ERES y una
reclamación colectiva para la devolución de las cantidades ilegalmente
descontadas durante el periodo en que estuvo en vigor el primer ERE
fraudulento, para lo que facilitamos a todos los compañeros una hoja de cálculo
elaborada por nosotros a fin de que, reclamasen con quien reclamasen, pudieran
tener esos datos fundamentales a la hora de presentar la reclamación. En breve,
vamos a informar de las gestiones a realizar, antes de que se agote el plazo
legal, para que puedan reclamar mediante nuestro sindicato los compañeros que
aún no lo hayan hecho. Ante la algarabía indecente de quienes tienen tantos
motivos para callar, recordamos lo evidente: la posibilidad de reclamar esas
cantidades ilegalmente descontadas de nuestros salarios se genera gracias a que
la demanda de la CSI consiguió la anulación del primer ERE, por el que fueron
condenados la dirección y los sindicatos del Régimen.
Sería
imposible reflejar aquí todo lo que nos ha sucedido durante estos cuatros años
(recomendamos repasar nuestro blog y el de los restantes sindicatos para que no
quepa ninguna duda de lo ocurrido y, sobre todo, de quienes hicimos lo correcto
y quienes no lo hicieron, más bien al contrario), pero creemos que supone una
veraz descripción de este turbulento periodo de nuestras vidas.
En
resumen: Gracias a los votos y a la confianza que los compañeros nos otorgaron
en 2012, los delegados de la CSI hemos desarrollado una continuada labor en
defensa de nuestros derechos, nuestras condiciones laborales, nuestros puestos
de trabajo y nuestra dignidad profesional y personal. No fue fácil, pero esa
era y sigue siendo nuestra obligación (y nuestra vocación). Seguimos en esa
hermosa tarea.
Próxima circular: “Elecciones sindicales
oficinas: decidiendo el futuro”
Coherencia
Compromiso
Capacidad
Coraje
CSI, el voto que vale
Candidatura
CSI Oficinas 2016
Marco Alejandro Antuña Camporro
|
Carbayin
|
José Ramón Estévez Jácome
|
Rio Eo
|
Jorge Costas Cancio
|
Arzobispo Guisasola
|
Alberto Fernández-Alva Huerga
|
El Llano
|
Roberto González Alvitre
|
La Arena
|
Pablo Olamendi de Yaxte Renedo
|
Pola de Laviana
|
Daniel Herrero Menéndez
|
El Natahoyo
|
Xicu Xabel Cianca Valdés
|
Juan Alvargonzalez
|
Pablo García Rozada
|
Manuel Llaneza-Sama
|
Luis Alberto de Diego Blanco
|
Rio de Oro
|
Alfonso Fernández Menéndez
|
Pola de Siero
|
María Elena Sarmiento del Campo
|
El Carbayedo
|
Pedro José Prieto Alvarez
|
La Felguera
|
Carlos García Ferreras
|
Rafael María de Labra
|
Carlos Tuñón
González
|
Moreda
|
Ana María Palacio Magdalena
|
Arzobispo Guisasola
|
Sergio Manuel Espina Suárez
|
La Algodonera
|
Ivan Julio Pérez Gómez
|
Lada
|
Luis Miguel Palacio Pidal
|
La Calzada
|
Andrés Iván Suarez Artidiello
|
Piedras Blancas
|
Luis Barros González
|
El Berrón
|
Begoña González Fernández
|
El Cerillero
|
Fernando Bayón García
|
Zona Gijón Periferia
|
María Concepción Estepar Tapia
|
Nuevo Gijón
|
Manuel Holguera Gaspar
|
Polígono de Roces
|
Unai Castaño Varela
|
Campo de Caso
|
Rosa María Prieto Alvarez
|
El Berrón
|
Luis Eugenio Maseda Fernández
|
Monte de Piedad
|
Pedro Toraño Cepeda
|
Nava
|
María del Carmen García Vázquez
|
Noreña
|
Antonia María González Lozano
|
Contrueces
|
Facundo Martín Redondo
|
Salinas
|
Marta Rodriguez Hermo
|
Tremañes
|
José Luis López Campos
|
Mieres
|
28
de abril de 2016