05 septiembre 2018

Nadie se salva solo: solidaridad con Susana, despedida de Duro Felguera y con los compañeros represaliados acampados frente a Vauste


Nadie se salva solo: solidaridad con Susana, despedida de Duro Felguera y con los compañeros represaliados acampados frente a Vauste

A veces me viene gente a la consulta y me dicen: Tengo un trastorno de ansiedad.” Y le contesto: No, lo que tienes es un jefe que es un hijo de puta. Yo lo que tengo que tener es un horario razonable y un sueldo digno. Ya verás como cuando tengas un horario y un sueldo en condiciones se te pasa la ansiedad. Como argumentaba recientemente un entrevistado en La Vanguardia, estamos yendo al psicólogo cuando lo que en realidad necesitamos es afiliarnos a un sindicato Ramón Nogueras, psicólogo


Acompañando a la compañera Susana, en el acto de conciliación por su despido.
La empresa acudió al acto, pero no modificó su decisión de despedir a Susana, portavoz de la Asamblea de Trabajadores de Duro Felguera, a causa de su actividad reivindicativa.
Seguimos en la pelea hasta su readmisión

Visitando a los compañeros represaliados de la CSI de Vauste (antigua Tenneco)
en la acampada frente la factoría

Un hermoso día de solidaridad que, esperamos, sirva modestamente para ayudar a traer esos días de victoria y de justicia que nos merecemos todos.

Que viva la lucha de la clase obrera!

4 de septiembre de 2018

P.D.: ante las numerosas consultas de compañeros acerca de cómo distinguir a un sindicalista amarillo dado que, en algunos casos, pueden parecer personas normales y muestran una insólita capacidad de mimetización con el medio que los hace pasar desapercibidos en su letargo hasta que se despiertan para firmar algún ERE, alguna traición o alguna agachada frente a los planes de la dirección, ofrecemos alguna pista.

Nunca verás a un sindicalista amarillo participar en cualquier actividad, por nimia que sea, en solidaridad con trabajadores de otras empresas o trabajadores que pertenezcan a subcontratas aunque trabajen a su lado.

Por inmoral que parezca, esto tiene su (retorcida y perversa) lógica: si no hacen nada, o mejor dicho, nada bueno por los trabajadores a los que representan, ¿van a hacer algo por aquellos de los que ni siquiera necesita su voto?

Como ejemplo práctico, valga el siguiente: en una de las últimas reuniones del comité de oficinas de Asturias, ante la propuesta de CSI de aprobar un comunicado conjunto en apoyo de las compañeras del SAE que se están movilizando para evitar que su trabajo (y sus empleos) se deslocalicen a Toledo, el representante de STC manifestó que no apoyaban dicho comunicado porque “no es cosa de ellos” (quiera esto decir lo que quiera decir) por lo que se abstuvieron a la hora de votar su aprobación por el comité.   
  
Como toda regla, esta tiene sus particulares excepciones: el sindicalista amarillo que, por la mañana, apoya la privatización de su empresa, firma ERES y es cómplice de todos los atropellos de la dirección y, por la tarde y por la noche, es un feroz enemigo del capitalismo y ferviente partidario de la dictadura del proletariado y de los procesos revolucionarios, más ferviente cuánto más lejanos están los países donde estos procesos ocurren.

De esos también tenemos en Cajastur/Liberbank.

Qué cosas!