03 septiembre 2018

Roma no paga traidores. Liberbank, sí


Algo huele a podrido en la Fundación Bancaria Cajastur
 Roma no paga traidores
Liberbank, sí
(con el dinero que nos quita a los trabajadores)


Hace escasas fechas se hacía público el informe de gobierno corporativo de la Fundación Bancaria Cajastur correspondiente al año 2017.
En dicho informe se refleja, entre otras curiosidades, la dimisión (en noviembre del año pasado) de un miembro del patronato de la Fundación (el presidente de Alimerka).
Esta dimisión, que ha sido cuidadosamente ocultada por la misma prensa que tanto bombo suele dar a las magníficas cualidades profesionales y humanas que adornan a los miembros de dicho patronato (cuestión ésta que no discutimos pero que no disculpa su silencio cómplice ante el desguace de lo que fue Cajastur) como si esto fuera aval suficiente para obviar las barbaridades que por acción u omisión están permitiendo, coincide en el tiempo con el proceso de ampliación de capital de Liberbank que restó gran parte del poder accionarial de la Fundación Bancaria Cajastur para cedérselo a los fondos buitre que han tomado significativas posiciones en la entidad para especular con lo que fue la Caja de todos los asturianos.
¿Casualidad o causalidad?
A saber, pero, por si acaso, ahí queda apuntado el dato.
En todo caso, en dicho informe corporativo se hacen constar (por imperativo legal, obviamente y porque, a la fuerza, ahorcan) los salarios percibidos de Liberbank en 2017 por aquellos empleados del banco que realizan funciones ligadas a la Fundación Bancaria Cajastur. El informe recoge, textualmente, lo que transcribimos a continuación.
En el ejercicio 2017:
El Secretario del Patronato ha percibido por el desempeño de su cargo como director del Área de Secretaría de Liberbank, la cantidad de 102,2 miles de euros concepto de “sueldo fijo”, 11,9 miles de euros en concepto de “retribución variable” correspondiente al ejercicio de 2016 pero abonada en el ejercicio de 2017 y 2,6 miles de euros por “otros conceptos”. En total: 116,7 miles de euros.
El Director General de la Fundación ha percibido de Liberbank, en concepto de “excedencia pactada compensada”, la cantidad de 50,4 miles de euros.
Seguro que te preguntarás quiénes son y qué méritos atesoran esos profesionales de apabullante trayectoria a los que el mismo consejero delegado que nos daba la matraca una y otra vez con el cuento de la buena pipa de la austeridad retributiva (ajena, naturalmente) y la tontuna discursiva de “premiar el talento” ha recompensado con salarios de estas dimensiones un tanto disparatadas en relación con la de los trabajadores de a pie de nuestra entidad (aclaramos que el máximo que se puede percibir por la excedencia pactada compensada son 50.000 euros anuales y que, en activo, el ínclito cobraba bastante más del doble).
Para despejar esta duda, te resumimos el currículum (la parte que se puede decir en público) de estos dos directivos: en 1.999, como jefazos de la UGT de Cajastur, firmaron el acuerdo del 25 de enero que supuso un brutal recorte salarial para los compañeros que entraron en la Caja después de esta fecha (cuando, recordamos, no había la disculpa de la crisis y los beneficios anuales aumentaban sin parar). Además, ambos sindicalistas traidores, formaron parte del Consejo de Administración y de la Comisión de Control de Cajastur donde, obviamente, fueron cómplices absolutos de la nefasta gestión del entonces presidente de Cajastur y hoy Consejero Delegado de Liberbank que nos ha llevado a donde estamos actualmente (y, por  estas obscenas paradojas del capitalismo de amiguetes, ha llevado a este trío a estar donde están a pesar de que, según nuestra modesta opinión, tendrían que estar en otro lugar).
En esa época, ser jefazo de UGT y ser jefazo en Cajastur, con el salario consolidado correspondiente, era una situación absolutamente normal, por lo que la firma del acuerdo del 25 de enero no produjo ningún problema interno en la dirección del sindicato, La consigna era “el que llegue después, que se joda”. Así, textualmente.
En los últimos años, algunos de quienes en aquel tiempo se estaban beneficiando de esta situación de connivencia directivosindical abandonaron UGT cuando ya era una ruina apolillada que no garantizaba ningún beneficio y, por si acaso, se refugiaron en nuevas siglas sindicales por aquello de tener un paraguas bajo el que atecharse mientras llegaba el momento de abandonar la entidad con el riñón lo mejor forrado posible. El caso de la secretaria general de STC y su Tocata y Fuga en base al ERE con recortes para los que nos quedamos que se encargó de negociar y de firmar es un buen ejemplo de ese sindicalismo del beneficio propio y los recortes ajenos que ahora ha mudado su consigna por “el que se quede, que se joda”.
Una vez consumada la privatización/liquidación de las Cajas y, en el caso de Liberbank, ante el abrumador exceso de oferta, el precio del kilo de sindicalista traidor ha bajado drásticamente.
Pactados los ERES con las cúpulas estatales de los sindicatos del régimen, al resto les tocan unas pequeñas migajas como pago de sus agachadas y de su labor de desprestigio del sindicalismo: puestos de medio pelo en alguna empresa participada, la seguridad de un trabajo sin muchos agobios cerca de casa y sobre todo, la tranquilidad de que no van a ser molestados, perseguidos ni represaliados.
En el caso de las elecciones de servicios centrales de Asturias y Oviedo OP, la lista amarilla STC+Independientes patrocinada por la dirección es un buen ejemplo del descaro de quienes ni siquiera se molestan en explicar lo que han hecho (y lo que no han hecho) estos cuatro últimos años y lo que, en teoría, tienen pensado hacer los cuatro años que vienen.
Con el pucherazo legal que han preparado entre ellos y la dirección, no tiene necesidad de ningún esfuerzo (menos mal): como única lista, van a ganar el partido por goleada, sin bajarse del autobús (después de que a nosotros nos hayan quebrado las piernas en el vestuario para evitar sustos) y van a tener el 100% de los delegados de ese comité.
A ver qué hacen y a ver qué nuevas traiciones nos deparan.
Lo que no hacen ya lo sabemos de sobra: representar con un mínimo de coraje a los trabajadores.
Por nuestra parte, a seguir en la pelea, por la cuenta que nos trae a todos.
03 de septiembre de 2018