Reunión en Madrid: ningún avance
El miércoles tuvo lugar en Madrid una nueva
reunión, a convocatoria de la empresa, que incumpliendo lo establecido, no
había hecho llegar a los sindicatos ninguna documentación que concretara su
intención de unificar el día de pago de la nómina mensual (el penúltimo día
hábil del mes) y el prorrateo de las pagas extraordinarias.
De la propuesta de prorrateo estarían
excluidas, en principio, las pagas de beneficios cuyo abono está condicionado
al cumplimiento de determinadas variables, el plus de productividad (que se
seguirá pagando en agosto), la paga de compensación de Acuerdo y la Ayuda de
Estudios que se seguirán pagando en septiembre.
La dirección tampoco nos hizo llegar
previamente a la reunión las simulaciones de nóminas por cada entidad de origen
que se había comprometido a facilitar.
Una vez comenzada la reunión, nos
entregaron un documento consistente en cinco folios y medio con bastantes
espacios en blanco (más la portada) con el título de “Propuesta de optimización del sistema de pagos y pagas” que tal
vez no nos habían enviado previamente mediante correo electrónico por temor a
colapsar la red dado su peso y su volumen.
Las simulaciones de nóminas, como dijimos,
no nos las enviaron previamente ni nos las facilitaron en el transcurso de la
reunión porque, según ellos, no las habían podido elaborar (tal cual).
En el documento figuraban un par de datos
que consideramos de interés para los trabajadores:
A
fecha 15 /10/2018 Liberbank tenía 3.185 trabajadores, de los que 889
proceden de Cajastur, 538 de Caja de Extremadura, 507 de Caja Cantabria, 1.199
de CCM y 52 de Liberbank. Teniendo en
cuenta que en 2010 sumábamos 6.536 trabajadores, la sangría de puestos de
trabajo resulta bastante obvia.
Los
trabajadores procedentes de Cajastur y los contratados directamente por
Liberbank somos los que menor número de pagas extraordinarias percibimos. Esos son los amargos frutos de la gestión previa
como presidente de Cajastur del actual Consejero Delegado de Liberbank.
Por parte de la CSI manifestamos nuestro
desacuerdo con esa recurrente estrategia de la dirección de no proporcionar
documentos que puedan analizarse antes de las reuniones, impidiéndonos informar
adecuadamente a los compañeros a los que representamos y que da una imagen
lamentable (tal vez intencionada) de falta de seriedad y de improvisación en
las negociaciones que refuerza la idea de que a la dirección sólo le interesa
hacer el paripé para aparentar voluntad negociadora y así evitar tropezones
legales como el del primer ERE fraudulento.
Igualmente insistimos en la necesidad de
que se aborde la negociación de asuntos pendientes desde hace mucho tiempo
(demasiado, más bien) que son de interés para los trabajadores antes de que se
sigan firmando, deprisa y corriendo, acuerdos que sólo contemplan las
necesidades de la dirección (recortes, recortes y más recortes).
En todas sus intervenciones, la dirección
insistió, con las disculpas de muy mal pagador de siempre, en que la situación de
la entidad no permite contemplar propuestas que suponga incremento de gastos,
ya que nos debemos a los accionistas a los que hay que retribuir mediante
dividendos y tal y tal.
Obviamente, nuestros directivos no quieren
saber nada de dejar de financiar los desastres de su nefasta gestión mediante
la socorrida estrategia de cargar sobre los hombros de los trabajadores todo el
peso de los sucesivos ajustes, valiéndose de acuerdos fraudulentos (como el del
99 en Cajastur y los sucesivos ERES ya en Liberbank) firmados con la
complicidad de una mayoría sindical que ha traicionado una y otra vez a los
trabajadores y que, sin duda, volverá a hacerlo cuando la dirección lo
considere necesario.
Poco
más hay que añadir acerca de una reunión que finalizó sin ningún acuerdo y que
supuso el final del periodo de consulta previsto en el Convenio Colectivo
previo a la negociación contemplada en el artículo 41 del Estatuto de los
Trabajadores, que dará comienzo en breve.
Seguiremos informando.
2 de noviembre de 2018
En todo caso y para que no se olvide,
volvemos a reiterar lo que manifestamos previamente a la primera reunión del 22
de octubre sobre este proceso de unificación de nóminas, subrayando que, si a la dirección le interesa hablar del
cómo vamos a cobrar, a los trabajadores nos interesa hablar del qué vamos a
cobrar.
Por
parte de la CSI, consideramos que el final del proceso de la fusión por absorción de Banco de Castilla la Mancha por parte de
Liberbank, debería traer consigo la solución a los problemas específicos de los
trabajadores en función de su entidad de procedencia y para eso vamos a
solicitar que se abra un verdadero proceso de negociación (y no, como hasta
ahora un paripé para firmar todo lo que la dirección quiere) en el que se dé
solución a situaciones injustas que venimos arrastrando desde hace años (desde
1999 en el caso de Cajastur).
Ahora es el momento de que, mediante una negociación real y
efectiva, se aborden estos temas que deben ser resueltos de una vez por todas y
que ya no pueden obviarse con las manidas disculpas de que ya no somos Cajastur
(cuando interesa a la dirección) o todavía no somos una misma entidad (cuando
vuelve a interesarle a esa misma dirección). Entre otras, las cuestiones a
negociar serían las siguientes:
Acuerdo de empresa del 25 de enero 1999, que introduce un
sistema de niveles propio que la empresa sigue utilizando cuando le conviene, y
penaliza de una manera intolerable a los compañeros ingresados después de esa
fecha.
Bandas salariales, pendientes de actualizar
Consolidaciones de puestos, pendientes de aplicar
Reconocimiento de las expectativas de promoción, necesario e
imprescindible ante una unificación de condiciones.
Acuerdo de retribución variable 2004, donde se establece un
sistema propio para la aplicación de dicha retribución.
Acuerdo de empresa de 2008, que contempla un sistema propio
para el cálculo del complemento de las pagas de beneficios de convenio
colectivo. Dicho sistema no se cumplió ni siquiera el primer año (así son los
acuerdos firmados por la dirección y sus expertos sindicales) y, a pesar de
tener que negociarse si no se cumplía durante más de dos años, sigue sin ser
negociado.
Otras situaciones que afectan a los sistemas retributivos y
de promoción profesional.