Camino de Madrid: ¿qué pretenden la dirección y los
sindicatos del régimen? ¿por qué estorba la CSI?
Nuevamente estamos camino de Madrid para
defender los derechos de todos los compañeros frente a una dirección que se
distingue, en un sector laboral donde la ética de los directivos es (por
expresarlo en términos que no estén incluidos en el código penal) manifiestamente
mejorable, por practicar una política laboral absolutamente falta de cualquier
sentido de justicia y/o de respeto a los derechos de los trabajadores.
En Liberbank, además, la dirección cuenta
con la complicidad activa de unos sindicatos que, desde que todavía éramos
Cajas de Ahorros hasta ahora y para estupor de quienes pensábamos que después
de haber sido cómplices de la privatización, la liquidación y el saqueo de
nuestras cajas no podían caer más bajo, nos han demostrado que, en materia de
traición a los trabajadores y de sumisión a los designios de la dirección,
todavía no han tocado fondo.
Como
ya comentamos anteriormente, los sindicatos del régimen, firmantes de ERES y
traiciones varias, condenados en algún caso (CCOO y UGT) ex aequo con la
empresa por violar el derecho de libertad sindical, pretenden dejar fuera de la
mesa de negociación actual a la CSI y a Apecasyc.
Muy ingenuos tendríamos que ser para
creernos que esta iniciativa de los sindicatos traidores no ha sido tratada
entre ellos y con la dirección de la empresa.
Es obvio que el interés por marginar a la
CSI en esta y, si pueden (que no se lo vamos a poner fácil) en próximas
negociaciones, tiene mucho que ver con las materias que pretenden abordar y los
acuerdos a los que pretenden llegar y a la necesidad de que nuestra presencia
no desluzca el habitual dame y te daré que tan bien les viene a las cúpulas
empresariales y sindicales y tan mal nos resulta a los trabajadores.
Como ejemplo de esta línea de retorcida
coherencia en la traición sindical, señalamos que en 2011 nos dejaron fuera de
la mesa negociadora para poder intercambiar entre amigos prejubilaciones (de
lujo para algunos de los firmantes de parte y parte) y movilidad geográfica
ilimitada para los que nos quedábamos y que, análogamente, en 2017
intercambiaron prejubilaciones (de lujo para algunos de los firmantes por parte
y parte, como la secretaria general del sindicato amarillo STC) a cambio de los
recortes salariales para los que nos quedamos.
Teniendo en cuenta estos antecedentes, es
lógico preguntarse qué pretenden dejándonos fuera de la mesa de negociación de
esta iniciativa empresarial que podría parecer inocente y razonable si no
estuviéramos ya muy escaldados sobre el grado de fiabilidad (tendiendo a cero
por abajo) de las palabras, en directo o en videoconferencia, de quienes para
nuestra desgracia nos dirigen.
Es
lógico, por tanto, que nos preguntemos si, mediante este prorrateo de nóminas
que, supuestamente, no va a suponer un perjuicio para nadie lo que se pretende
es blindar los recortes en materia de pagas extras a los que estamos sometidos
quienes venimos de Cajastur.
No
sería extraña tal pretensión, más aún cuando, a pesar de haberse comprometido
en la primera reunión, el 22 de octubre, a hacernos llegar un borrador de
acuerdo y una simulación de nóminas de cada entidad de procedencia, la empresa
todavía no nos ha proporcionado ni lo uno ni lo otro.
¿Vamos
camino de uno de esos acuerdos firmados deprisa y corriendo que, luego, una vez
interpretado a su manera por la dirección, permite a los sindicatos firmantes
decir que les engañaron? No sería ni la primera, ni la segunda, ni la tercera
vez que estos personajes interpretan el popular numerito de hacerse los tontos
para hacernos pasar por tontos a los trabajadores.
¿Por
eso, aparte del cariño que nos tienen, es por lo que no quieren que la CSI esté
en la mesa de negociación?
¿Somos
testigos revoltosos e incómodos para unos y para otros?
Algo
estaremos haciendo bien, entonces.
Para intentar seguir en esa línea de rigor
y compromiso que tanto molesta a la dirección y sus cómplices sindicales vamos,
una vez más, camino de Madrid.
Seguiremos informando.
14 de noviembre de 2018
Adjuntamos el texto que vamos a entregar
para que conste en el acta de la reunión, evitando así que quienes la redactan
se olviden de lo que manifestamos o pretendan reflejar todo lo contrario.
“Ante la posibilidad de que la dirección de
Liberbank pretenda, utilizando la consabida disculpa de optimizar recursos,
blindar los recortes en las pagas extras que venimos padeciendo desde hace años
quienes procedemos de Cajastur, desde la CSI queremos que conste en acta lo que
venimos manifestando desde la primera reunión del 22 de octubre sobre este
proceso de unificación de nóminas, subrayando que, si a la dirección le interesa hablar del cómo vamos a cobrar, a los
trabajadores nos interesa hablar del qué vamos a cobrar.
Por
parte de la CSI, consideramos que el final del proceso de la fusión por absorción de Banco de Castilla la Mancha por parte de
Liberbank, debería traer consigo la solución a los problemas específicos de los
trabajadores en función de su entidad de procedencia y para eso vamos a
solicitar que se abra un verdadero proceso de negociación (y no, como hasta ahora
un paripé para firmar todo lo que la dirección quiere) en el que se dé solución
a situaciones injustas que venimos arrastrando desde hace años (desde 1999 en
el caso de Cajastur).
Ahora es el momento de que, mediante una negociación real y
efectiva, se aborden estos temas que deben ser resueltos de una vez por todas y
que ya no pueden obviarse con las manidas disculpas de que ya no somos Cajastur
(cuando interesa a la dirección) o todavía no somos una misma entidad (cuando
vuelve a interesarle a esa misma dirección). Entre otras, las cuestiones a
negociar serían las siguientes:
Acuerdo de empresa del 25 de enero 1999, que introduce un
sistema de niveles propio que la empresa sigue utilizando cuando le conviene, y
penaliza de una manera intolerable a los compañeros ingresados después de esa
fecha.
Bandas salariales, pendientes de actualizar
Consolidaciones de puestos, pendientes de aplicar
Reconocimiento de las expectativas de promoción, necesario e
imprescindible ante una unificación de condiciones.
Acuerdo de retribución variable 2004, donde se establece un
sistema propio para la aplicación de dicha retribución.
Acuerdo de empresa de 2008, que contempla un sistema propio
para el cálculo del complemento de las pagas de beneficios de convenio
colectivo. Dicho sistema no se cumplió ni siquiera el primer año (así son los
acuerdos firmados por la dirección y sus expertos sindicales) y, a pesar de
tener que negociarse si no se cumplía durante más de dos años, sigue sin ser
negociado.
Otras situaciones que afectan a los sistemas retributivos y
de promoción profesional.”