Fusión con Unicaja: una nueva aventura de incierto
resultado
Ante las noticias acerca de las
negociaciones entre nuestra entidad y Unicaja, desde la CSI queremos manifestar
lo siguiente:
Es obvio que, una vez consumado el
monumental atraco que supuso la privatización/liquidación de las Cajas de
Ahorro, que representaban el 51% del sistema financiero español, el sector camina
hacia un oligopolio más concentrado donde sobrevivirán un número cada vez más
reducido de entidades mediante procesos de compra, fusión y absorción.
En este redimensionamiento del sector
quienes, una vez más, salimos perdiendo somos los trabajadores, los clientes y
los territorios y sociedades que, como en el caso de Asturias, se han visto
privados de su única herramienta financiera (Cajastur, en nuestro caso) con
compromisos y obligaciones distintos al mero beneficio económico de
especuladores, accionistas y directivos.
En nuestro caso, quienes hoy anuncian esta
nueva iniciativa son quienes, para nuestra desgracia, llevan muchos demasiados
años desarrollando una gestión absolutamente nefasta como directivos primero de
Cajastur y ahora de Liberbank y, en el tema de las compras y fusiones han
protagonizado fiascos tan emblemáticos como la compra de CCM, pistoletazo de
salida en el remate final de las Cajas y como el proceso de fusión con la CAM (otro
pufo con patas) que fracasó, no por la sagacidad y la capacidad de análisis de
nuestros directivos sino por la pelea de poder entre ellos y los directivos de
la CAM (demasiadas ambiciones y egos absolutamente disparatados los de unos y
otros).
Con estos antecedentes, toda prudencia es
poca.
Al igual que, en su momento, la desastrosa
gestión del actual consejero delegado de Liberbank estuvo enfocada a defender
sus intereses y los de quienes, desde el terreno de la política y el sindicalismo
corrupto, lo auparon al poder y lo mantuvieron en él mediante todas las triquiñuelas
necesarias, actualmente las líneas estratégicas de su gestión (incluido este
proceso que ahora se anuncia) están enfocadas a defender, una vez más, sus
intereses personales y los de sus actuales valedores, los especuladores de la oligarquía
asturiana y de los fondos buitres que han tomado posiciones en el accionariado
del banco, restando presencia a las Fundaciones Bancarias herederas de las
cajas origen de Liberbank.
Ni al consejero delegado de Liberbank, ni a
los especuladores que marcan la pauta en la gestión de la entidad (con la
patética inacción cómplice de las Fundaciones Bancarias cuyos patronatos son
meros aplaudidores de las decisiones del consejero delegado) les importa lo más
mínimo la repercusión de estas iniciativas en el futuro de nuestros empleos y
de nuestras condiciones laborales, por lo que la circunstancia de que haya más
o menos solapamiento en la red de oficinas o de las mayores o menores
duplicidades en los servicios centrales no supone un factor de importancia a la
hora de tomar decisiones como esta que ahora se anuncia.
Por todo esto, los trabajadores tenemos que
estar muy vigilantes en este nuevo proceso, teniendo en cuenta los antecedentes
de quienes han demostrado sobradamente su incapacidad para dirigir esta entidad
con una visión que vaya más allá de sus ambiciones personales y han demostrado
también de forma reiterada su intención de hacernos pagar a los trabajadores los
podridos frutos de su nefasta gestión.
En todo caso, desde la CSI consideramos que
los sindicatos hemos de estar a la altura de lo que nos exige esta nueva
situación siendo más firmes que nunca en la defensa de nuestro futuro, de nuestros
derechos y de nuestra dignidad como trabajadores, sin dejarnos engañar (ya
serían demasiadas veces) por una dirección que no merece confianza alguna y sin
dejarnos amedrentar por las amenazas que se deslizan, de forma nada inocente en
las mesas de negociación (“Con amenazas de despido, se negocia mejor”)
Por nuestra parte, como siempre, a seguir en
la pelea por los derechos de todos.
13 de diciembre de 2018