13 diciembre 2018

Fusión con Unicaja: una nueva aventura de incierto resultado


Fusión con Unicaja: una nueva aventura de incierto resultado

Ante las noticias acerca de las negociaciones entre nuestra entidad y Unicaja, desde la CSI queremos manifestar lo siguiente:

Es obvio que, una vez consumado el monumental atraco que supuso la privatización/liquidación de las Cajas de Ahorro, que representaban el 51% del sistema financiero español, el sector camina hacia un oligopolio más concentrado donde sobrevivirán un número cada vez más reducido de entidades mediante procesos de compra, fusión y absorción.

En este redimensionamiento del sector quienes, una vez más, salimos perdiendo somos los trabajadores, los clientes y los territorios y sociedades que, como en el caso de Asturias, se han visto privados de su única herramienta financiera (Cajastur, en nuestro caso) con compromisos y obligaciones distintos al mero beneficio económico de especuladores, accionistas y directivos.

En nuestro caso, quienes hoy anuncian esta nueva iniciativa son quienes, para nuestra desgracia, llevan muchos demasiados años desarrollando una gestión absolutamente nefasta como directivos primero de Cajastur y ahora de Liberbank y, en el tema de las compras y fusiones han protagonizado fiascos tan emblemáticos como la compra de CCM, pistoletazo de salida en el remate final de las Cajas y como el proceso de fusión con la CAM (otro pufo con patas) que fracasó, no por la sagacidad y la capacidad de análisis de nuestros directivos sino por la pelea de poder entre ellos y los directivos de la CAM (demasiadas ambiciones y egos absolutamente disparatados los de unos y otros).

Con estos antecedentes, toda prudencia es poca.

Al igual que, en su momento, la desastrosa gestión del actual consejero delegado de Liberbank estuvo enfocada a defender sus intereses y los de quienes, desde el terreno de la política y el sindicalismo corrupto, lo auparon al poder y lo mantuvieron en él mediante todas las triquiñuelas necesarias, actualmente las líneas estratégicas de su gestión (incluido este proceso que ahora se anuncia) están enfocadas a defender, una vez más, sus intereses personales y los de sus actuales valedores, los especuladores de la oligarquía asturiana y de los fondos buitres que han tomado posiciones en el accionariado del banco, restando presencia a las Fundaciones Bancarias herederas de las cajas origen de Liberbank.

Ni al consejero delegado de Liberbank, ni a los especuladores que marcan la pauta en la gestión de la entidad (con la patética inacción cómplice de las Fundaciones Bancarias cuyos patronatos son meros aplaudidores de las decisiones del consejero delegado) les importa lo más mínimo la repercusión de estas iniciativas en el futuro de nuestros empleos y de nuestras condiciones laborales, por lo que la circunstancia de que haya más o menos solapamiento en la red de oficinas o de las mayores o menores duplicidades en los servicios centrales no supone un factor de importancia a la hora de tomar decisiones como esta que ahora se anuncia.

Por todo esto, los trabajadores tenemos que estar muy vigilantes en este nuevo proceso, teniendo en cuenta los antecedentes de quienes han demostrado sobradamente su incapacidad para dirigir esta entidad con una visión que vaya más allá de sus ambiciones personales y han demostrado también de forma reiterada su intención de hacernos pagar a los trabajadores los podridos frutos de su nefasta gestión.

En todo caso, desde la CSI consideramos que los sindicatos hemos de estar a la altura de lo que nos exige esta nueva situación siendo más firmes que nunca en la defensa de nuestro futuro, de nuestros derechos y de nuestra dignidad como trabajadores, sin dejarnos engañar (ya serían demasiadas veces) por una dirección que no merece confianza alguna y sin dejarnos amedrentar por las amenazas que se deslizan, de forma nada inocente en las mesas de negociación (“Con amenazas de despido, se negocia mejor”)

Por nuestra parte, como siempre, a seguir en la pelea por los derechos de todos.

13 de diciembre de 2018