Homologación salarial: ahora o nunca
El sindiós de la paga de beneficios abonada (abonada y absorbida parcial o totalmente, en muchos casos) en la última nómina pone de relieve la imperiosa necesidad de proceder a la homologación salarial siguiendo el modelo de Unicaja (20,5 pagas de convenio anuales) como medida para acabar con la injusta situación salarial de los compañeros que menos cobran, gracias a acuerdos nefastos como el del 25 de enero de 1999 en Cajastur, que supone una permanente congelación de sus salarios y una constante pérdida de poder adquisitivo durante años y que se suma a la que ahora sufre toda la plantilla, en base a una inflación desbocada y unos acuerdos y convenios entre patéticos y muy lamentables, firmados por esa mayoría sindical que, lejos de ponerse medallas por su labor, debería realizar una profunda autocrítica y dejar de ser cómplices de los atropellos de la patronal para volver a ser herramientas de defensa de los derechos de los trabajadores.
Tal vez les cueste al principio, por la falta de costumbre, pero con el tiempo y con algo de esfuerzo, seguro que llegan a ser algo parecido a lo que, en teoría, debemos ser los sindicatos y los sindicalistas.
Mientras este fenómeno de reconversión sindical llega (no nos llaméis ilusos porque tengamos una ilusión), vayamos a lo urgente.
En el ERE actualmente en vigor, firmado cuando y como quiso la patronal, después de las tradicionales convocatorias de movilizaciones y huelgas de atrezzo que, en el caso de las jornadas de huelgas, pagamos de nuestro bolsillo quienes las acatamos, mientras los liberados sindicales se ahorraban el descuento salarial, figuraba el compromiso de negociar la homologación salarial de quienes proveníamos de Liberbank.
Dicho compromiso fijaba la fecha del 31 de diciembre de 2022 para finalizar el proceso de homologación salarial, ligado a la unificación de los diferentes planes de pensiones existentes en la entidad.
En la reunión de la Comisión de Relaciones Laborales celebrada el 19 de julio de este año, la empresa se comprometió a enviarnos a los sindicatos un proyecto de homologación salarial, al igual que se comprometió a poner en marcha una comisión para la unificación de los planes de pensiones y otra para la negociación del Plan de Igualdad. Si bien estas dos últimas comisiones se han puesto en marcha y están funcionando, la empresa ha incumplido su compromiso de enviar un proyecto de homologación salarial.
En la reunión de la comisión de Relaciones Laborales celebrada este 27 de octubre, a preguntas de la CSI, la empresa manifestó que la homologación salarial “estaba pendiente de la evolución del IPC” (quiera esto decir lo que quiera decir). Insistimos (cabezones y empecinados que somos) en preguntar si la empresa había abandonado dicho proyecto de homologación salarial, a lo que se nos respondió que no era así.
Sea como sea, a menos de dos meses de final del plazo establecido en el ERE para dicha homologación salarial, desde la CSI manifestamos que esa homologación es absolutamente necesaria para dejar de ser una anomalía negativa en un sector que presenta unos beneficios inmorales y unos recortes de plantilla y una pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores más inmorales aún.
Obviamente, dicha homologación salarial debe partir de dos aspectos muy claros:
Nadie puede cobrar menos de lo que cobra ahora (extremo este que la misma dirección reconoce)
Debe aplicarse el criterio de “A igual trabajo, igual salario”. La única diferencia salarial entre trabajadores que hacen el mismo trabajo en la misma entidad y en el mismo sector o tienen el mismo nivel de responsabilidad, sólo puede ser la antigüedad.
Curiosamente (o no tanto), coincidiendo (por pura coincidencia, no seamos mal pensados) con el actual desinterés de la dirección acerca de la homologación salarial, ningún sindicato, aparte de la CSI, manifiesta demasiado interés por ese tema.
Y, también por pura coincidencia con la falta de interés de la empresa, el Sindicato Amarillo STC, en sus visitas a las oficinas al borde del colapso para regalarnos una libretilla y un bolígrafo con sus siglas (elementos ambos que suponen una invalorable ayuda en la situación actual), mantiene un discurso en el que afirma que “de la homologación salarial mejor no hablar” ya que “pueden bajarnos el salario a todos”.
Digan lo que digan los sindicalistas amarillos, después de la nefasta experiencia de Liberbank (el Banco Malo no, el Banco Peor), que no homologó ni siquiera los horarios en más de 10 años de infausta existencia, ahora tenemos la oportunidad de dejar de ser lo peor de lo peor.
Este es el momento de que la empresa sepa que no va a contar con la necesaria firma de la mayoría sindical para la unificación de los planes de pensiones, ni para nada de lo que pretenda si no cumple su compromiso de homologar la estructura salarial para acabar con la injusta situación de los trabajadores procedentes de Liberbank.
A ver qué dice y a ver qué hace esta mayoría sindical que firma todos los atropellos que les pone delante la empresa.
Y a ver si ese fervorín reivindicativo tan propio de la cercanía de las elecciones sindicales les dura.
En todo caso, por nuestra parte, modestos y molestos, a seguir en la pelea.
Por los derechos y por la dignidad profesional y personal de todos.
Y
por la cuenta que nos trae a todos.
07 de noviembre de 2022
P.D.: Una vez más, los sindicatos “conseguidores” (CCOO y el Sindicato Amarillo STC, por ejemplo) nos toman por idiotas a los trabajadores.
Firmaron recortes y congelaciones salariales de todo tipo y condición y, ahora, pretenden tomarnos el tupé atribuyéndose pagas y aportaciones del plan de pensiones que no llegan ni de lejos a las cantidades que la empresa nos sustrajo con su complicidad activa.
En breve, circular en la que hacemos las cuentas de lo que nos robaron y lo comparamos con lo que, según ellos, nos “consiguieron”
Spoiler: les sale a pagar.
Un montón, además.
P.P.D.: Recordamos, una vez más, que somos el único sindicato al que la dirección no permite remitir las circulares a los compañeros mediante el correo electrónico interno.
¿Qué habremos hecho mal?, seguimos preguntándonos, entre sollozos.
¿Será porque mentimos o será por todo lo contrario?
En todo caso, si consideras que lo que decimos merece ser sabido por los trabajadores para que sean ellos y no la dirección quienes decidan qué cosas son ciertas y qué cosas merecen la pena ser dichas, te pedimos que difundas nuestras circulares entre tus compañeros.
Un pequeño esfuerzo que merece la pena.