Homologación estructura salarial y subida por el incremento de la inflación: dos medidas que los trabajadores necesitamos ya
A punto de cumplirse un año de la firma de un ERE en las condiciones que la empresa quería, la realidad está demostrando que se pretende que los trabajadores seamos el pato de la boda entre Liberbank y Unicaja.
A pesar de que en el mismo acuerdo del ERE se marcaba la necesidad de homologar la estructura salarial a la existente en Unicaja (20,5 pagas) y de que se ligaba la unificación del plan de pensiones a dicha homologación, vemos que la dirección avanza en lo que le interesa a ella, la utilización del excedente del Pecajastur (45 millones de euros) para cubrir las aportaciones que debe realizar a todos los planes de pensiones de Unicaja, y paraliza lo que nos interesa a los trabajadores: una homologación salarial que liquide de una vez por todas la toxica estructura derivada del acuerdo del 25 de enero de 1999 que da lugar a episodios tan lamentables como el caso de la última paga/no paga ligada a los beneficios.
A esto se suma la necesidad de que se actualicen los salarios teniendo en cuenta la inflación creciente, dado que nuestro convenio 2019-2023 (firmado, recordamos por la mayoría sindical, al igual que todos los recortes que venimos padeciendo desde 1999), contemplaba estos incrementos de salarios (por llamarlos de alguna manera): Hasta 2021 (incluido), congelación salarial absoluta. Año 2022: La escala salarial anual vigente a 31 de diciembre de 2018 incrementada en el 0,75%. Año 2023: Subida salarial del 1%.
Que la empresa pretenda, con la disculpa de la subida de la inflación, dejar aparcada la homologación salarial hasta dentro de seis meses (o tal vez hasta dentro de 11 años, como pasó en Liberbank, que nunca homologó nada), es tremendo.
Que la mayoría sindical (la inmensa mayoría según se pudo constatar en la última reunión de la mesa de relaciones en Málaga) esté de acuerdo en darle a la empresa lo que quiere respecto a los planes de pensiones sin conseguir nada real para los trabajadores a cambio, resulta, además de tremendo, intolerable.
Y que, a estas alturas, no se hayan planteado movilizaciones sostenidas en el tiempo para exigir la revisión salarial por el incremento de la inflación en el sector de las antiguas cajas de ahorro, nos da idea de la falta de criterio y de la ausencia de ganas de pelea de esas enormes estructuras sindicales que son, de hecho, una dependencia más de Recursos Humanos y/o del Ministerio de Trabajo.
Motivos de más para seguir en la pelea.
Por los derechos y la dignidad profesional y personal de todos los compañeros.
Como siempre hemos hecho.
05 de diciembre de 2022
P.D.: Después de multitud de avatares entre chuscos y patéticos, el próximo 19 de enero tendrán lugar las Elecciones Sindicales para el Comité de Oficinas de Asturias.
Un buen momento para evaluar lo que hemos hecho y lo que vamos a hacer.
Un buen momento también para distinguir entre las franquicias de los “sindicatos conseguidores” a los que, por pura aritmética, lo que suceda en Asturias les importa entre muy poco y nada (y a las pruebas nos remitimos) y el sindicalismo modesto y molesto para algunos, de la CSI que, desde Asturias, pelea por los derechos de todos y que, modestia aparte, consigue hermosas victorias para todos (véase, entre otras, las peleas contra el ERE del 2013 y las medidas unilaterales previas que permitió su anulación y la devolución de los salarios que nos habían recortado ilegalmente)
Un buen momento, además, para recordar que somos el único sindicato al que la empresa no autoriza a distribuir sus comunicados mediante el correo electrónico interno y para preguntarse el porqué de esta evidente discriminación.
La respuesta es muy obvia.
Por eso te pedimos que, si crees que merece la pena que lo que decimos llegue a todos los compañeros, nos ayudes a distribuir nuestras circulares.
Un pequeño esfuerzo que merece la pena.