08 marzo 2013

A ladrillazos contra los derechos sindicales. El Muro de Menéndez



A ladrillazos contra los derechos sindicales

El Muro de Menéndez

A raíz de las últimas elecciones sindicales se constituyó el comité de oficinas como órgano de representación colectivo los trabajadores, con la participación de la totalidad de los delegados electos en dicho proceso electoral.

Desde un primer momento, la dirección pretende ignorar la existencia de este comité, legalmente constituido y registrado en las instancias administrativas pertinentes, por lo que no se ha dignado responder a las solicitudes, tanto de la información que está obligada a entregar como de los medios materiales que debe poner a disposición de dicho comité para el cumplimiento de sus labores.

Como ejemplo, valga reseñar que ni siquiera ha accedido a habilitar una dirección de correo interno para facilitar la comunicación con los trabajadores, ni tampoco permite la difusión de comunicaciones del comité a través de Intranet.

Hasta ahora el comité, formado por 21 personas, venía realizando sus reuniones en una sala existente en el local que las secciones sindicales utilizan en Teatinos. Dicha sala es el único  lugar a disposición de los sindicatos en el que físicamente pueden reunirse este número de personas si pretenden, además de reunirse, respirar de vez en cuando.

A principios de esta semana, la puerta que daba acceso a esta sala desde el local de los sindicatos ha aparecido tapiada, sin que, hasta el momento, la dirección haya comunicado los motivos de este súbito impulso enladrillador (¿será la nostalgia de la época del pelotazo inmobiliario al que algunos y los amigos de algunos y los políticos socios de algunos tanto deben o estarán dando uso a los ladrillos que sobraron en La Talá y en Castiello?) ni haya comunicado la existencia, en su caso, de un local alternativo para las reuniones del comité.

Dentro de la desfachatez del asunto, tenemos que resconocer que, no sabemos si intencionadamente o por falta de la información necesaria, no tapiaron esta puerta con nosotros dentro, cosa que, con los tiempos que vivimos y hablando de quienes hablamos, no descartamos, ya que el emparedamiento era una condena habitual en la Edad Media que, seguramente, estos nuevos señores feudales de traje, corbata y discurso seudofinanciero estarían de acuerdo en que fuera aplicada a los plebeyos que osan discutir el poder absoluto del que, por la gracia de dios y la desgracia de la casta política, gozan impunemente (de momento).

Dentro de la gravedad de la situación en la que vivimos, en pleno proceso de privatización/liquidación de la caja, vendiendo a como dé lugar todo lo que pueda ser vendido para mantener en sus sillones blindados a la alta dirección y esperando los hachazos que, para financiar los privilegios de quienes todos sabemos, se disponen a darnos a clientes y trabajadores (si los dejamos, obviamente, ya que si resistimos, puede que no les resulte tan sencillo) este suceso que señalamos no deja de ser una torpe provocación en la que no debemos caer y una demostración del nivel de los personajes a los que nos enfrentamos.

Aparte de las denuncias pertinentes que deban efectuarse, esto no debe distraernos de lo que, consideramos, debe ser nuestra principal tarea como representantes de los trabajadores: denunciar el expolio de nuestra caja, intentar que no queden impunes quienes lo están cometiendo y sus cómplices y enfrentar los recortes y los despidos que están preparando y, que de momento, no han podido llevar a cabo por varios factores (uno de ellos fundamental: la movilización decidida de los trabajadores). 

Por nuestra parte, en ello estamos.

Seguiremos informado.

08 de marzo de 2013