Amarga decepción: el gestor austero, profesional, etc., etc. que sólo cobra, según él, algo más de 1.000 euros al día, rehusó comparecer ante quienes le esperábamos frente a la puerta del Hotel Reconquista para aplaudir su maravillosa gestión y para darle las gracias de la forma más efusiva por los Eres, los recortes y los despidos baratos, por el atraco de la deuda subordinada y por los desahucios y para que le diera recuerdos de nuestra parte a Miguel Blesa si coincide con él (cosa que, obviamente, esperamos que así sea).
¿Modestia? ¿Prudencia?
¿Cobardía?
¿Tú que opinas?
Nosotros, lo mismo
Protesta Asamblea
General
Un numeroso grupo de personas nos concentramos hoy jueves
delante del Hotel de la Reconquista para, aprovechando la celebración de la Asamblea General de la Caja, expresar
nuestra protesta por el brutal plan de choque que nos está aplicando, con la
villanía y la falta de escrúpulos habitual, Manuel Menéndez.
Compartimos la protesta con los ahorradores estafados por la deuda subordinada
y la Plataforma de Afectados por la Hipoteca.
Como es habitual, a pesar del despliegue de todo tipo de
policías y de policías de todo tipo, el susodicho Menéndez evitó ser localizado
por los alrededores del lugar por aquello de que una cosa es arruinar la vida
de la gente desde un despacho blindado y otra muy diferente y no tan placentera
es encontrarte a esa misma gente en la calle. Todo un retrato moral de este
tipo de personajes.
Esta vez, advertidos con anterioridad, fueron más bien pocos
los políticos que, por despiste, accedieron al Hotel por la puerta principal. No
lo hizo, lógicamente, el Vicepresidente de Cajastur, Santiago Martínez Argüelles
(PSOE) (el Rey de las Dietas), reconocido palafrenero de su majestad financiera
y, si lo hizo, por ejemplo, la alcaldesa de Avilés, Pilar Varela (PSOE también)
que, ante el tumulto y la bulla, creyó por un momento que se estaba rodando una
película de Woody Allen y se ofreció, rauda y veloz, a aportar una millonaria
subvención a cambio de que se estrenase en el Niemeyer. Una vez constatado que
se trataba de una protesta de trabajadores, ahorradores y desahuciados, perdió
todo interés por tan poco cinematográfico asunto y enfiló hacia el interior,
temerosa tal vez de quedarse sin la dieta (más de 500 euros) que se percibe por
asistir a tan importante evento. Evidentemente, la consigna “No hay pan para
tanto chorizo” estuvo en este y otros caso parecidos, más justificada que
nunca.
Antes de finalizar la concentración, realizamos un recorrido
místico alrededor del edificio donde se celebraba la Asamblea, intentando
generar un anillo de fuerza psíquica que nos permitiera anular las energías
negativas que fluían desde la sala donde se celebraba la Asamblea. Vano
intento, ya que al ser tan densa la concentración de maldad y falta de vergüenza,
se hizo imposible nuestro benéfico propósito y tuvimos que optar por
alternativas más terrenales, como las clásicas consignas “ERES y despidos para
los directivos”, “Manolo, manolito, hazte un ERE tú solito” y otras que se referían
a nuestro deseo de que, en algún momento de nuestra actual reencarnación,
podamos ver a los personajes que saquean las cajas y que arruinan nuestras
vidas, en el lugar donde deberían estar: el Centro Penitenciario de Villabona. En
ello estamos.
Ánimo
y adelante
Seguiremos
incordiando
06 de Junio de 2013