22 julio 2017

Nuevo atropello de la dirección, con el coro de plañideras del sindicalismo del régimen de fondo



“El que se quede, que se joda”
Nuevo atropello de la dirección, con el coro de plañideras del sindicalismo del régimen de fondo
Para el buen sindicalista del régimen,
los recortes salariales se dividen en dos:
si los firma él son perfectos,
si no los firma, son un horror

A escasos días de la firma del nuevo ERE fraudulento, la dirección añade un recorte salarial adicional a un grupo del amplio colectivo de trabajadores que interesadamente denomina “directivos” para sustraerlos de la negociación colectiva.

Al margen de cualquier otra consideración, aclaramos que somos partidarios de todo tipo de recortes para quienes asumen su papel  de verdugos voluntarios como parte de esta estructura siniestra que, a base de amenazas y de presiones intolerables y sin respetar mínimamente la dignidad profesional y personal de los trabajadores, nos intentan imponer el clima de miedo y desazón que dicta la alta dirección y el consejero delegado.  Quienes, como directores territoriales o jefes de zona fundamentalmente, se dedican a ejercer de tiranuelos a la imagen y semejanza de sus superiores, no nos merecen la más mínima consideración y no merecen que se pierda un segundo en preocuparse por su salario o su puesto de negrero. Muy al contrario.

Al resto de los compañeros (directores y subdirectores de oficina y sus equivalentes en departamentos y servicios centrales) que intentan hacer su trabajo sin pretender ganarse galones a base de apretarles las tuercas a quienes trabajan en las unidades a su cargo es a quienes va dirigida esta circular.

El hecho de que este recorte adicional se presente como voluntario, salvo manifestación del interesado, y a devolver hipotéticamente en los ejercicios posteriores a la finalización del tercer ERE fraudulento (en el caso, también muy hipotético, de que, con la activa colaboración de los sindicalistas del régimen que no se hayan prejubilado todavía, a este de ahora no le siga otro ERE y al siguiente otro, y así hasta que el consejero delegado quiera), es una muestra más de la osadía de la dirección y de su falta de respeto a quienes son objeto de esta medida y una buena lección para quienes tengan la tentación de justificar de alguna manera todos los atropellos que venimos sufriendo desde que el actual consejero delegado tuvo la posibilidad de implantar su muy peculiar teoría de la Austeridad Salarial Ajena frente a la Acumulación de Sueldos  y la Generosidad Retributiva propia (en Asturias, desde 1.999, concretamente).

Para nuestra (muy relativa, ciertamente) sorpresa, esta nueva tropelía directiva ha desatado un aluvión de circulares por parte de quienes acaban de firmar, deprisa y corriendo, a espaldas de los trabajadores (que, según ellos, ahora no entendemos las bondades del tercer ERE fraudulento pero, poco a poco y con ayuda de su inestimable pedagogía, acabaremos percatándonos de dichas bondades) un acuerdo que recoge recortes inéditos en el sector por su volumen y por su duración y que, aparte de prorrogar la movilidad geográfica ilimitada que la dirección utiliza como amenaza y como herramienta de despido, es de una inusitada gravedad en tanto en cuanto se avala con la firma de una mayoría sindical (los sindicatos de BCLM (CCOO, UGT y CSIF) y sus franquicias en Liberbank, ya curtidos en el arte de la traición sindical y los nuevos conversos de STC/CIC y la candidatura independiente de Servicios Centrales de Asturias y Oviedo OP que están haciendo méritos a marchas forzadas) la necesidad ineludible de efectuar dichos recortes para garantizar la supervivencia de la entidad.

El hecho de que en el mismo acuerdo se contemplen condiciones de salida de la entidad más favorables que las existentes hasta ahora para un colectivo de trabajadores en función de su fecha de nacimiento y que una buena parte de los negociadores se encuentren incluidos en ese colectivo no hace más que añadir dudas más que razonables acerca de qué se acordó realmente entre la dirección y las cúpulas de los aparatos firmantes.

La situación se vuelve más grave al constatar que, para que los trabajadores no adquiriésemos nefastas costumbres tales como trabajar y cobrar sin ningún tipo de recorte, los sindicalistas del régimen aceptaron acortar drásticamente el periodo legal de negociación, dejando por definir situaciones como las que ahora nos ocupa.

Esta nueva trapacería de la dirección y esta nueva representación (un tanto sobreactuados, como suele ser costumbre) de sus cómplices sindicales hacen necesarias y pertinentes las siguientes preguntas:

Dada la pericia negociadora y el riguroso trabajo sindical que se autoatribuyen sin ningún rubor tanto los tradicionales traidores sindicales como los recientemente sumados a este oficio de tinieblas, ¿No es lógico pensar que el hecho de dejar fuera del acuerdo la situación de este colectivo ahora recortado ha sido una decisión deliberada que explica entre otras cosas la decisión de expulsar de las reuniones sindicales conjuntas a quienes no estábamos dispuestos a dar por buenas sin más las propuestas de la dirección y exigíamos una verdadera negociación y no un simple paripé como los que venimos padeciendo desde hace tiempo?

¿Sucedería en esas reuniones conjuntas del sindicalismo del régimen algo análogo a los sucedido en el acuerdo del 2011, en el que, una vez expulsada la CSI de la mesa de negociación, pudieron tratar con toda tranquilidad y entre colegas el intercambio de cromos que consistía fundamentalmente en cambiar buenas condiciones de prejubilación (que incluían entre sus beneficiarios a directivos y sindicalistas firmantes) por la aceptación de la movilidad geográfica ilimitada?

¿Pretenderán vendernos los sindicalistas firmantes, al igual que hicieron en el 2011, la idea de que la dirección les engañó, ya que aunque no hicieron constar que dicha movilidad geográfica debía ser voluntaria, eso debería sobreentenderse, según su particular interpretación? ¿Dirán en este caso que no hicieron constar que mientras estuviera en vigor este tercer ERE fraudulento no se efectuarían recortes adicionales a ningún colectivo de trabajadores porque eso se sobreentendía también? ¿Volverán a ejecutar el viejo y gastado truco de hacerse los tontos para seguir tomándonos por idiotas a los trabajadores? ¿Pretenderán que nos creamos que la utilización del cheque en blanco para los recortes que supone dar por buenos los argumentos contables y organizativos de la dirección para este nuevo ERE fraudulento les toma por sorpresa esta nueva estafa adicional?

¿Consideran que los trabajadores nos vamos a creer eso de que los recortes son necesarios e ineludibles cuando ellos los firman y no lo son cuando la dirección no los cree necesarios para otra nueva traición?

¿Deberemos creernos que si la dirección hubiese considerado pertinente incluir este recorte adicional en el nuevo ERE fraudulento, los sindicalistas del régimen en vías de prejubilación se hubieran opuesto a dicha firma?  

A ti, qué te parece?
Imagínate a nosotros

Como no podría ser menos, desde la CSI nos ponemos a entera disposición de aquellos compañeros que decidan no aceptar este nuevo atropello.

Desde el absoluto respeto a la decisión que tome cada afectado, recordamos que tarde o temprano habrá que enfrentarse a este tipo de arbitrariedades y que callar no arregla nada.

Por nuestra parte, a seguir en la pelea.

Por la cuenta que nos trae a todos.

24 de julio de 2017

P.D.: la dirección sigue sin dar señales de acatar las sentencias de la Audiencia Nacional, ratificadas por el Tribunal Supremo.

“Menéndez, ya basta, devuélvenos la pasta”