Huelga en Unicaja: Un hermoso día de pelea
Hoy, los trabajadores de Unicaja hemos dado una lección de compromiso y de lucha por nuestros derechos y por nuestra dignidad personal y profesional.
Todos. Sea cual sea nuestro lugar de trabajo, nuestro territorio o la entidad de la que procedemos.
Porque tanto mérito tiene salir a correr una maratón con el ímpetu y el ánimo de la primera vez como seguir corriendo con toda la dignidad, aunque a veces se arrastren los pies, después de haber hecho siete maratones seguidos.
Esto último no es un adagio de Paulo Coelho ni una cita de Mijail Bakunin, sino una reflexión de producción propia que ofrecemos, sin coste adicional alguno, a quienes pudieran tener la estúpida tentación de enfrentarnos unos a otros en un supuesto ranking de capacidad movilizadora.
Es un orgullo ser parte de una plantilla que no se resigna y no se arrodilla ante estos personajes faltos de escrúpulos que, gracias a su servilismo hacia los poderosos y su arrogancia hacia los humildes, han llegado a puestos directivos muy por encima de su escasa capacidad profesional.
En Asturias y en Andalucía.
De empatía y ética, ya ni hablamos.
En Asturias, como es sabido, los sindicatos mayoritarios en la entidad (que, en algunos casos, son residuales en nuestro territorio) no habían convocado ninguna concentración ni ninguna movilización para este día de huelga que convocaron por internet.
Al parecer, según el catecismo del sindicalista moderno y razonable, un día de huelga, más aun siendo viernes, no amerita la necesidad de ninguna movilización.
Una vez enterados de nuestra convocatoria, allí aparecieron con su habitual merchandising los delegados de CCOO y STC en Asturias para hacerse la foto y presumir de esa combatividad sobrevenida que contradice su historia de traición y de utilización del paraguas sindical en tanto en cuanto amaina la tormenta o llega la prejubilación.
Mientras nosotros intentábamos, con nuestras limitadas capacidades, pero con toda nuestra pasión, explicar las causas de la movilización, Los Coros y Danzas del Sindicalismo de la Banderita de Plástico (a una media de tres por persona humana) y de los Gigantescos Estandartes Mezcla de Película de Jackie Chan sobre la Construcción de la Muralla China y de Publicidad de Club de Windsurf se dedicaron a ofrecer su habitual Concierto para Vuvuzela y Pito de Feria, intentando apagar nuestras voces con sus desafinadas y patéticas melodías.
Así son.
Y así le conviene que sean a la dirección de la entidad.
Pero, como dijimos en la Escandalera y decimos ahora, el enemigo no son estos lamentables personajes, sino los animales que habitan en los despachos blindados y se reparten los despojos de lo que fue Cajastur y, mucho nos tememos, de lo que hoy es Unicaja.
Y contra estos personajes vamos a seguir dando la batalla.
Pase lo que pase y cueste lo que cueste.
Por nuestros puestos de trabajo, por nuestros derechos y, sobre todo, por nuestra dignidad profesional y personal.
Porque los trabajadores somos muchos más y mucho mejores que estos bandidos.
A seguir en la pelea, que ningún corderito se salvo balando.