La vida sigue igual: nada funciona, pero las amenazas continúan
Siguen sin corregirse las múltiples incidencias que llevamos sufriendo desde la integración informática y, al parecer, la dirección considera que es mejor alentar la política de presiones y amenazas de algunos directivillos muy venidos arriba en vez de dotarnos de los medios necesarios para poder desarrollar nuestro trabajo en condiciones aceptables.
Nuevamente (y ya van demasiadas veces) el Director de La Regional Este de Asturias vuelve a remitir correos a las oficinas en los que, a madreñazos con la ética, la estética, el Diccionario de la Real Academia y las más básicas reglas de la sintaxis, profiere las amenazas habituales.
A cuenta esta vez de los clientes que van a ser asignados a las oficinas “especializadas” (las otras deben ser de baratillo) y, adelantándose a las instrucciones en este sentido que todavía no ha publicado la dirección (tal vez la Regional Este de Asturias sea una rama independiente de Unicaja con un emperador distinto), el susodicho insta a atender las operaciones del “día a día” (quiera decir esto lo que quiera decir) de esos clientes en cualquier otra oficina y, afirma, muy categórico y como si pudiera darnos clases de profesionalidad (cosa de la que dudamos por múltiples razones) que “o empezamos a gestionar de manera profesional o habrá que tomar medidas”
¿Habrá
que tomar medidas?,
Llamadnos malpensados y excesivamente suspicaces pero creemos que esta expresión esconde una muy poco sutil amenaza que denota una absoluta incapacidad de liderar equipos mediante el ejemplo, muy entendible en este caso.
Lo más grave de todo este asunto es que la dirección de Unicaja ha sido informada reiteradamente de estas actuaciones por parte de este directivo y, al parecer, lejos de tomar ninguna medida para ponerlo en su sitio (literalmente, además), mantiene una actitud de complicidad con los desafueros que comete.
Todo parece indicar que el actual consejero delegado ha infectado a Unicaja con el podrido modelo de relaciones laborales que implantó en Cajastur y luego Liberbank: “Mucho palo y nada de zanahoria”.
Muy lamentable.
Razones de más para seguir en la pelea.
02 de febrero de 2023