Los podridos frutos de una estructura salarial tóxica y la estafa del MDO
El MDO, implantado manu militari por parte del cesado consejero delegado es una de las bombas de relojería (sin duda, hay más) cuya desactivación es tarea urgente e imprescindible para asegurar el futuro de Unicaja.
Esta fracasada iniciativa, junto con el tóxico modelo retributivo procedente de Liberbank, con baremos absolutamente arbitrarios y complementos de difícil consolidación manejables unilateralmente por la empresa, genera situaciones como la que se han encontrado muchos compañeros que han visto revisadas a la baja sus nóminas.
En muchos casos, a las personas que asumieron responsabilidades en oficinas generadas por el MDO se le vendió como un ascenso con el consiguiente aumento salarial este nuevo puesto, por parte de los directivos que les contactaron para ofrecérselo.
Ahora, tras meses de espera, no hay aumento salarial.
Al contrario.
Obviamente, en estos casos, el MDO ha constituido literalmente una estafa.
No es de recibo que desde algunos sectores de la estructura jerárquica de Unicaja se pueda mentir y engañar impunemente a los trabajadores, en el más puro estilo Liberbank y menos aún que la dirección de la entidad avale estos nuevos recortes salariales disfrazados de ascensos.
Mantener este modelo retributivo tóxico que llevamos padeciendo desde hace años y seguir conservando la estructura salarial que permite estos atropellos impide el desarrollo de unas relaciones laborales razonables que son lo mínimo a lo que tenemos derecho los trabajadores.
Como en el caso de la homologación salarial (“a igual trabajo, igual salario”), la pelota está en el tejado de la dirección y es ella quien puede y debe tomar las iniciativas pertinentes para dejar atrás esa oscura etapa de injusticias y arbitrariedades que caracteriza la nefasta trayectoria del cesado consejero delegado.
Ahora ya es el momento.
28 de julio de 2023