21 abril 2009

CAMINO DE DAMASCO


Obligados por la Graforrea Fecal de los dirigentes de CC.OO., emitimos esta circular, a pesar de que consideramos que nuestra situación como trabajadores de la Caja sigue requiriendo una estrategia común entre todos los sindicatos y que nuestra obligación como representantes de los trabajadores es ponernos de acuerdo en reivindicaciones y movilizaciones.

No somos partidarios de estas peleas barriobajeras entre sindicatos en las que tan cómodos se encuentran quienes, en curioso contraste, aplauden con las orejas la gestión presidencial, olvidando al parecer, que las rebajas salariales, el deterioro de nuestras condiciones de trabajo, las represalias a raíz del conflicto, antes del conflicto y después del conflicto, la implantación de un modelo laboral y salarial que nos convierte en elementos consumibles de usar y tirar y todos los problemas que venimos sufriendo desde hace años son consecuencia directa del modelo de gestión implantado por el actual Presidente, con las complicidades sindicales que en cada caso fueron necesarias (ayer con unas siglas, hoy con otras).

CAMINO DE DAMASCO

“Cuando despertó, el Burócrata Sindical todavía estaba allí”
(adaptación del célebre microrrelato
de Agustín Monterroso, El Dinosaurio)

Saulo de Tarso, feroz perseguidor de los primeros cristianos, cegado por una aparición divina, cayó del caballo durante un viaje a Damasco, convirtiéndose en apóstol de la nueva fe. Su vida a partir de entonces y su muerte en el martirio le convirtieron en el Santo Pablo. Más loable aún es la conversión de los eternos dirigentes de CCOO de Cajastur (¡¡Santos Varones!!) que, lejos de caerse de caballo alguno, han conseguido subirse a la grupa de la burra presidencial (ya casi agotada de aguantar tanto peso), con el mérito añadido de hacerlo sin desprenderse ni por un momento de los sillones a los que mantienen adosadas sus posaderas desde tiempos inmemoriales. Ellos, como Saulo, aceptan resignados la palma del martirio: el horror de la moqueta de Consejos de Administración directos y derivados, la tortura de Secretarías y Presidencias de Órganos Colegiados múltiples, y sobre todo, el espanto de la privación del acceso al puesto de trabajo que alguna vez en su lejana juventud recuerdan con nostalgia que tuvieron. Todo sea por el bien de la Clase Obrera en general y de los trabajadores de la Caja en particular.

Con la típica fe del converso, los nuevos chambelanes sindicales, en perfecta sintonía con la Dirección, arremeten con una energía dialéctica digna de mejor causa contra quienes no hemos sufrido todavía la mutación camaleónica que les afecta, tal vez porque lejos del fru-fru de los despachos (vivimos de nuestro trabajo y no del sindicalismo como hacen ellos) no notamos las bondades de la gestión presidencial y no creemos que exista “una fijación cuasi morbosa contra Menéndez” por parte de ningún trabajador de la Caja, más bien al contrario.

A la desordenada sarta de imputaciones que los dirigentes históricos e histéricos de CCOO efectúan contra la CSI intentaremos responder de manera escueta y breve, ya que la falta de una estructura razonable en sus escritos y la intencionada mezcla de mentiras descaradas, medias verdades, acusaciones personalizadas y el habitual estomagante tono de superioridad moral que suelen autoconcederse en sus escritos, hacen realmente difícil cualquier debate razonable sobre diferentes estrategias sindicales. Sin coste adicional alguno, recomendamos a los redactores de estos escritos la práctica habitual de la lectura, ya que más allá de la receta de los mojitos y de los informes laudatorios de la gestión presidencial a tanto el folio existe toda una extensa gama de literaturas cuya asimilación nos haría más fácil la vida a quienes no tenemos más remedio que leer sus circulares.

Órganos de Gobierno

CSI considera que, en los últimos años, los trabajadores no hemos conseguido ninguna ventaja con la presencia de nuestros representantes en los distintos órganos de gobierno de la Caja. Más bien al contrario, en muchos casos, quienes nos representan en dichos órganos han acabado siendo cooptados por la Dirección, produciéndose el curioso fenómeno de que, lejos de representar los intereses de los trabajadores en dichos órganos de dirección, acabaron representando los intereses de la Dirección (y más concretamente de la Presidencia) contra los de todos nosotros. Como ejemplo, véase a los firmantes del acuerdo del 25 de Enero de 1999, con algunos de los cuales, hoy miembros del equipo directivo, comparten actualmente estrategias y propósitos comunes los dirigentes de CC.OO. en la Mutualidad, en el Fondo de Pensiones, en la reelección de Menéndez y en el ataque a quienes osamos discrepar de lo que pasó, está pasando y va a pasar en la Caja. Unos dan las órdenes y otros (CCOO) hacen el trabajo sucio, señalando personalmente a quienes estorban, ya sea en el mundo sindical (nuestro caso), ya sea en el caso de la Mutualidad y en el Fondo de Pensiones con los compañeros que se negaron a avalar las barbaridades contables que han puesto a la Mutualidad en la difícil situación que todos conocemos y que pueden traer serios problemas al Fondo.

En este sentido, no presentamos lista a la Asamblea General, donde hemos sido testigos directos de que la supuesta “voz crítica” de CC.OO. es más bien una tímida tosecilla y una puesta a disposición del Presidente para una hipotética cogestión de la Caja entre él y los dirigentes de CC.OO., como sucede en otras entidades del sector (y así nos va a los trabajadores). Consideramos que, como anunciamos previamente, nuestro voto no podía contribuir a reforzar la presencia de las diferentes candidaturas auspiciadas por la Dirección y obramos en consecuencia.

Listas de CSI

Según se deduce de sus escritos, los dirigentes de CC.OO. tienen una obsesión cuasi morbosa con la capacidad o incapacidad de CSI para conseguir las firmas necesarias para presentar candidatura a los órganos de gobierno. No es algo nuevo. En las elecciones al Comité de Oficinas, dichos dirigentes hicieron un esfuerzo tremendo (cada cuatro años le toca trabajar para mantener el puesto) para intentar que la CSI no pudiera conseguir el número suficiente de candidatos para presentar lista a dichas elecciones, incluyendo visitas al puesto de trabajo y llamadas al domicilio particular de algunos de los candidatos. Posteriormente, intentaron, en vano, impugnar la candidatura de CSI y, una vez fracasados estos propósitos, efectuaron una vomitiva campaña electoral consistente en visitar las oficinas donde suponían que la CSI podía obtener votos con un argumentario basado en el insulto y la descalificación personal de quienes formábamos parte de la candidatura de CSI. De todo esto que hasta ahora no habíamos publicado ya que consideramos que hay otras batallas más importantes que dar, son testigos los compañeros de oficinas y a ellos nos remitimos como testimonio de la veracidad de los hechos.

Las preguntas que nos hacemos a este respecto es la siguiente:

¿Por qué motivo es la CSI el enemigo a batir para los dirigentes de CC.OO. de Cajastur?

¿Es la CSI culpable de la situación en la que nos encontramos los trabajadores de la Caja, o es más bien ese mismo Presidente cuyo coro de aduladores han pasado a engrosar?

¿No son capaces de desprenderse del sectarismo y los odios personales para hacer el trabajo común que los trabajadores tienen derecho a exigirnos?

Compañeros represaliados

La utilización sectaria y partidista de los compañeros represaliados que hacen los dirigentes de CC.OO. nos parece particularmente deleznable.

Por si es necesario recordarlo, al conflicto nos llevó la política laboral de ese Presidente al que tanto admiran y más allá de plataformas reivindicativas concretas, represalias y despidos, fue una defensa colectiva de nuestra dignidad profesional y personal. En las movilizaciones participaron compañeros pertenecientes a los diversos sindicatos y compañeros sin afiliación sindical y la defensa de la restitución de dichos compañeros represaliados debe ser una prioridad de todos los sindicatos sin exclusión. CSI propuso no sentarse a negociar el acuerdo que se firmó el año pasado hasta que no estuviese resuelto este problema y hasta que la dirección no retirase la cláusula de renuncia al derecho de opción en caso de despido improcedente que se obliga a firmar a los compañeros de reciente incorporación. Por ese motivo, no participamos en el acuerdo referido, mientras que CC.OO., junto con CSICA y CGT (con la cual se agarraron del bracete para la firma, cumpliendo los deseos de la Dirección, a pesar de lo que opinan de ella) lo firmaron sin ningún tipo de problemas.

¿Era ese un buen momento de presionar unitariamente en asuntos tan importantes como el de los compañeros represaliados y de los compañeros a los que se les priva de una garantía fundamental contra los despidos arbitrarios o es mejor que la Dirección y CC.OO. dispongan de rehenes para ir cambiando cromos sin prisa?

Dos años después del conflicto, y una vez efectuados decenas de traslados sin que se acabe de resolver la situación de muchos represaliados, nos parece que atribuirse méritos en la defensa de estos compañeros es bastante miserable.

También recordamos que el modelo de represalia, que ya se venía aplicando previamente al conflicto y que se sigue aplicando con posterioridad, consiste en la combinación de la movilidad funcional hacia abajo y el traslado hasta el límite de los 25 kilómetros que, según el Convenio Estatal, no puede considerarse traslado. Ambas posibilidades de represalia fueron firmadas por CC.OO., U.G.T. y CSICA en el Convenio Colectivo 2003-2006.

Ya en su momento denunciábamos que las estructuras sindicales profesionalizadas que firman los Convenios en Madrid velan más por sus intereses como casta que por los de quienes trabajamos en las Cajas. Y, por mucho que les moleste a los directivos de CC.OO. en Cajastur, los hechos nos siguen dando la razón. Actualmente, esa patronal que era tan razonable que facilitaba la firma de Convenios Estatales sin necesidad de movilización alguna gracias a la capacidad negociadora de los sindicalistas profesionales que nos representan, se niega a aplicar el 2% de subida salarial contemplado en el Convenio que ellos mismos firmaron. Al parecer las expresiones grandilocuentes tipo “la patronal está jugando con fuego”, “tomaremos medidas”, etc., etc. que aparecen en las circulares de quienes tenían antaño tan buen feeling con la patronal, no causan mucha impresión en la ACARL. Tendrán que ser las movilizaciones (en las que, obviamente, estamos participando) y no el buen rollito las que consigan obligar a la patronal a cumplir los acuerdos firmados.

Estrategias y Modelos Sindicales

Parecen particularmente ofendidos los dirigentes de CC.OO. porque, tanto en la Caja como fuera de ella, la CSI esté contra la profesionalización del sindicalismo. Este sería un debate extenso y apasionante, pero en aras de escribir una circular y no las obras completas de Lenin, resumiremos:

Los dirigentes de CC.OO. tanto a nivel estatal como en nuestra Caja son profesionales del sindicalismo que no aparecen por sus puestos de trabajo. Al margen de que CSI esté en contra de ese modelo de acción sindical, entendemos que haya compañeros que opinen que la profesionalización del sindicalismo es positiva para los trabajadores. Lo que resulta un poco chocante es que, si se está de acuerdo con la existencia de liberados sindicales y más, si se es uno de esos liberados, se niegue la evidencia. Que con lo que trabajan los dirigentes de CC.OO. en la Caja no abriríamos muchas cartillas es un hecho público y notorio. Que les parezca mal que se diga, es su problema.

Para no extenderse demasiado, resumimos unas pequeñas diferencias entre los dirigentes de los sindicatos mayoritarios y los de sindicatos como CSI, que esperemos generen alguna reflexión entre quienes de buena fe y sin hacer de ello un modus vivendi, confían en las grandes estructuras sindicales.

Cándido y Morala (ex secretario general y secretario general de CSI) fueron encarcelados por su participación en las movilizaciones contra el cierre de Naval Gijón. En su larga trayectoria sindical, nunca estuvieron liberados.

Maria Jesús Paredes, Secretaria General de COMFIA-CCOO durante años, eterna liberada sindical, negociaba nuestros convenios. Deja su puesto después de que en la lucha por el poder, desde otras facciones de CC.OO. se revelase a la prensa que su patrimonio inmobiliario había sufrido un incremento desorbitado durante su etapa de negociadora con los grandes bancos y cajas. Nada más abandonar su puesto sindical, es contratada por la empresa BAO & Patners/Signium Internacional, empresa que, según su propia definición es una de las firmas de Executive Search más importante del mundo, con más de 50 años de trayectoria en el sector de head hunting y con una red de 37 oficinas en 22 países. Compatibiliza el puesto de Board Member (quiera esto decir lo que quiera decir en la jerga neoliberal) en esta empresa con la condición de socia directora de IG Consultoria.

José María Fidalgo, Secretario General de CC.OO. durante años, eterno liberado sindical. Intentó seguir en el puesto, pero otro que tal se lo arrebató. Nada mas abandonar su puesto sindical fue contratado como director de “Negocia”, una nueva unidad de investigación del Centro de Negociación y Mediación de IE Business School. Según su propia definición, IE Business School se dedica a la formación de líderes que promueven la innovación y el cambio en las organizaciones, así como directivos de empresas. La escuela de negocios dispone de un campus urbano en Madrid y cuenta con un claustro de más de 400 profesores que, actualmente, imparten clases a alumnos de 81 países en los programas master, de doctorado y de 'executive education'.

Resumiendo, para finalizar:

No hemos venido al mundo sindical a hacer amigos ni a vengar afrentas reales o ficticias, sino a desarrollar un trabajo constructivo en la medida de nuestras posibilidades y de nuestras capacidades. Seguramente cometeremos errores (aunque esperamos que no sean tan de bulto como la de algunos profesionales de la cosa que no se enteraron que un euro equivale a 166,386 pesetas) pero no vamos a caer en la estrategia alentada por la Dirección de dedicar nuestras energías al estéril enfrentamiento intersindical. En este sentido, damos por sentado que, más temprano que tarde, todos los sindicatos tendremos que coincidir en la defensa de nuestros derechos y de nuestras reivindicaciones como trabajadores (y no como parte del equipo directivo presidencial).

En ello estamos.

16 de abril de 2009