Los amargos frutos de la
nefasta gestión de Menéndez
Caída del servicio
La privatización es robo y corrupción. La
externalización es tal cual: peor servicio para los usuarios y clientes y monumental
negocio para unos pocos (los adjudicatarios y los que deciden la adjudicación).
¿Sabremos algún día el dineral que se están llevando Accenture e IBM por un
servicio que, en el caso de Cajastur, era mucho más eficiente hasta que
Menéndez decidió, por motivos que todavía no ha explicado, cerrar nuestro Centro
de Proceso de Datos?
La
interrupción del servicio que nos está afectando desde la tarde de ayer y que
todavía no se ha resuelto es la mejor demostración de a dónde nos está llevando
la nefasta gestión de Manuel Menéndez al frente de Cajastur (desde 1995) y,
posteriormente, de Liberbank.
Una
de las tantas iniciativas fracasadas de Menéndez (como el banco de agentes,
como la alocada expansión, como la compra de CCM….) consistió, allá por el año
2001, en el cierre, manu militari, de nuestro Centro de Proceso de Datos, para
poner, dentro del proyecto Infocaja, en manos de Accenture (el software) y de
IBM (el hardware) tanto nuestras bases de datos como la gestión de todos nuestros
sistemas informáticos.
Un suculento negocio para estas
multinacionales (y, suponemos, para algunos implicados más) y una ruina para
Cajastur.
Durante
años, el sobrecoste de ese proyecto y el retraso en sus plazos de ejecución
fueron, al igual que los salarios que acumulaba Menéndez y el coste de los
locales adquiridos para las oficinas de Expansión, un tema tabú en Cajastur y
preguntar por ellos, por motivos fácilmente imaginables, era causa de amenazas
y de represalias. No nos lo contaron, nos tocó vivirlo en vivo y en directo.
Ahora, mientras a los trabajadores de
las oficinas se nos somete a un permanente y acelerado acoso y derribo con el desarrollo
de iniciativas que buscan claramente vaciar de contenido nuestros empleos mediante
la permanente externalización de las labores que realizamos, esta nefasta
gestión de Menéndez y sus palmeros ha mostrado en toda su crudeza las
consecuencias que acarrea la política de externalizaciones que, al igual que
las privatizaciones, consisten en el saqueo de lo colectivo para beneficio de
unos pocos (curiosos gestores éstos a los que, cuanto peor le va a la entidad
que dirigen, mejor les va a ellos. El Capitalismo de Amiguetes en su expresión
más obscena)
A
la espera de que se repare rápidamente esta intolerable interrupción del
servicio, desde la CSI exigimos que se aclaren sus motivos, que se tomen las
medidas pertinentes para que no vuelva a repetirse y que los responsables de
este desaguisado, con Manuel Menéndez a la cabeza, asuman sus responsabilidades
por el lamentable desempeño de sus obligaciones.
Una
vez más pedimos la dimisión de Manuel Menéndez y que se abra una investigación
sobre los años de su gestión, que nos han llevado a situaciones tan lamentables
como ésta.
Seguiremos
informando.
17
de marzo de 2016