Sobre la Teoría de la
Austeridad Salarial Ajena en Liberbank
Menéndez: 1.227 euros al día
La presentación de las cuentas de Liberbank
relativas al ejercicio 2015, aparte de la cifra de beneficios, que debería
resultar incompatible con la prolongación del ERE que venimos padeciendo, nos
depara algunas informaciones que, no por esperadas, resultan menos
escandalosas.
Desde que, para nuestra desgracia y para desgracia de Asturias, el actual
Consejero Delegado de Liberbank llegó a la presidencia de Cajastur, allá por el
Año del Señor (del Señor Fernández Villa, para ser exactos) de 1.995, uno de
sus mayores afanes fue recortar el salario de los trabajadores, utilizando para
ello cualquier estratagema y comprando a quien hubiese que comprar, con el dinero que nos quitaba a los mismos
trabajadores.
El acuerdo del 25 de enero de 1999, que establecía
una brutal discriminación salarial para los compañeros ingresados después de
esa fecha, fue el anuncio del tipo de política que iba a marcar la gestión de
Manuel Menéndez y que, gracias a legislaciones tan nefastas como la Reforma
Laboral y a la complicidad del sindicalismo del Régimen, nos ha llevado hasta
la situación actual.
Mientras a nosotros nos aplicaba todo tipo de
recortes, el principal teórico de la Austeridad Salarial Ajena, Manuel
Menéndez, acumulaba cargos y retribuciones que, además, eran absolutamente
opacas debido a la legislación de aquella época y a la falta de interés, muy bien retribuida, de
quienes tenían como obligación, en nombre de todos los asturianos, controlar el poder omnímodo que
ejercía desde sus múltiples sillones.
Nunca supimos cuánto ganaba Menéndez en esos largos
años y en concepto de qué lo ganaba. Preguntarlo en la Asamblea General era
motivo de despido. Suponemos que por algo sería.
En todo caso, ahora que la catástrofe que supuso la
privatización/liquidación de las cajas ha obligado a que se hicieran públicas
las retribuciones de los directivos, es bastante fácil contrastar la enorme
diferencia entre lo que algunos neoliberales predican para el resto de la
humanidad y lo que practican para ellos mismos.
Como ejemplo palmario de esta obscena ley del embudo
del capitalismo de amiguetes, sirvan unas cifras incluidas en las cuentas
referidas al ejercicio 2015.
Manuel
Menéndez cobró durante el año pasado un total de 442.000 euros (73.500.000
pesetas) con el siguiente desglose: 258.000 euros (42.900.000 pesetas) de
retribución fija, 64.000 euros (10.600.000 pesetas) de retribución variable y
120.000 euros (20.000.000 de pesetas) por otros conceptos, con una nota a pie
de página que aclara que la cantidad reflejada en este epígrafe está integrada
por la retribución en especie que asciende a 68.000 euros y una liquidación
pendiente de 2014 por un importe de 52.000 euros.
O
sea, que, mientras nos aplicaba a los trabajadores un ERE fraudulento en 2015
(con duración desde principios de 2014 a mediados de 2017, firmado por CCOO,
UGT y CSIF), Manuel Menéndez cobró cada uno de los meses de ese año 36.833
euros (6.128.000 pesetas), 1.227 euros (204.000 pesetas) cada día, incluidos
domingos y festivos.
A ti, qué te parece?
A nosotros, puedes imaginártelo
P.D: El Ciudadano Luis Garicano, máximo teórico del
aspirante a ministro de economía, defensor del despido libre (para los demás) y
de la reforma laboral del PP, cobró, un año más, 100.000 euros en 2015 por
hacerle los coros a Manuel Menéndez. Continúa haciendo las prácticas del
Capitalismo de Amiguetes con un nivel de aprovechamiento óptimo.
P.P.D: El exdirector general de Cajastur, Felipe
Fernández, vio incrementadas sus retribuciones en un 1%, sin necesidad de coger
una pancarta ni de manifestarse por las calles. Como el que vale, vale, ha
pasado de cobrar 99.000 euros en 2014 a 100.000 euros en 2015. Todo esto, a
sumar a los más de 600.000 euros que se llevó al abandonar Cajastur para pasar
inmediatamente a formar parte del Consejo de Administración de Liberbank.
P.P.P.: Todas estás trapacerías de las que somos
objeto los trabajadores de Cajastur/Liberbank se pueden llevar a cabo por la
confluencia de tres factores: unos directivos cuyo único objetivo es el
beneficio propio y el de sus socios en la liquidación/privatización de Cajastur,
una Reforma Laboral genocida y corrupta dictada por un gobierno de ladrones y
unos sindicalistas del Régimen que nos traicionaron reiteradamente y que
volverán a hacerlo cuando sea necesario.
Hagamos
lo posible, cada uno desde sus posibilidades, para que estos personajes no
puedan seguir poniéndose de acuerdo para seguir machacándonos.
Por
parte de la CSI, en ello estamos.
Seguiremos
informando
01
de marzo de 2016