Sobre todo, mucha calma
Situación
Actual
Ante la imposibilidad de minimizar el
impacto de la sentencia de la Audiencia Nacional que declara nulo el acuerdo fraudulento
entre la dirección, CCOO y UGT y que condena a todos ellos por violación del
derecho a la libertad sindical (y aún, asombrosamente, no ha dimitido nadie, ni
en la dirección ni en los sindicatos a sus órdenes), los miembros de la Troika están
intentando hacer borrón y cuenta nueva con la firma de un acuerdo que legalice
la estafa que los trabajadores hemos conseguido tumbar.
Para lograr sus objetivos con el menor
desgaste posible, estos elementos necesitan generar un clima de confusión tal
que impida un análisis sosegado del alcance de la sentencia, de nuestra situación actual y de las
perspectivas que se abren cara a una nueva negociación.
La confusión a la que nos pretenden
llevar, en una acción coordinada en la que se incluyen las circulares de CCOO y
UGT ofreciendo su muy particular versión de la aclaración de sentencia por
parte de la Audiencia, la comunicación, intencionadamente ambigua, de la dirección
acerca de la aplicación de sentencia a un mes vista y la actuación en
diferentes foros de los trolls habituales, pretende distraer nuestra atención
de lo fundamental: la estrategia seguida por los sindicatos que nos negamos a
participar en el atraco a nuestros salarios por parte de Manuel Menéndez, es la
correcta y, gracias a ella, la estafa urdida por la Troika se ha venido abajo
estruendosamente.
Por el tono de sus circulares, es bastante
obvio que CCOO y UGT necesitan desesperadamente que cale la idea de que las
medidas unilateralmente aplicadas por la dirección siguen en vigor.
Esa era parte de la estrategia por la cual
no firmaron el ERE en el periodo legal de consulta. Para que su papel en esta
estafa tuviera un mínimo de justificación era necesario que, una vez aplicadas
dichas medidas, CCOO y UGT aparecieran como los supuestos salvadores de la
plantilla que, gracias a su firme actitud, conseguían limitar el impacto de dichas medidas con
la firma un acuerdo que, según se encarga cansinamente de recordar la prensa
del régimen, las suavizaba. Dado que esto
es absolutamente falso, se utiliza el consabido truco del olvido a la hora de
redactar el acuerdo (esta vez se olvidaron de hacer constar que ningún
trabajador podría empeorar su situación una vez firmado el acuerdo respecto a
la anterior, en el acuerdo de traslados se olvidaron de hacer constar que
deberían ser voluntarios, en Bankia y Novagalicia se olvidaron de hacer constar
que las bajas voluntarias tendrían prioridad sobre las forzadas……).
Al igual que en el acuerdo de traslados,
una oportuna demanda ante la Audiencia Nacional sin ninguna posibilidad de
prosperar contra el acuerdo que ellos mismos firmaron, con el resultado
esperable (la Audiencia les recuerda que cuando se firma un acuerdo, lo que
vale es lo firmado y no el supuesto espíritu y otras zarandajas esotéricas de
Cuarto Milenio) cierra el camino a las demandas individuales y remata el
suculento negocio que supone la transferencia anual de más de 120 millones de
euros de nuestros salarios y beneficios sociales al banco privado de Manuel
Menéndez. Como se ve, un guión perfectamente orquestado que sólo ha encontrado un
obstáculo: los trabajadores no somos tontos de capirote como estos estafadores
se imaginan.
Por
mucho que les chafe el negocio a la Troika tanto si la sentencia de la
Audiencia anula ahora, como parece obvio, todas las medidas en vigor como si
fuera necesario llegar a celebrar los juicios que están pendientes contra las
primeras medidas y que han quedado suspendidos hasta que se ejecute en los
términos que ha de dictar la propia sala y no Manuel Menéndez, en base a la
petición de ejecución de sentencia que se presenta a principios de la semana
que viene, todos los trabajadores tenemos que retornar a la situación anterior
a este sindiós: trabajando el 100% de la jornada, cobrando el 100% del salario
y recuperando los beneficios sociales que nos han robado. De los atrasos que esperamos tengan que devolver, puedes
hacerte una idea consultando las nóminas de estos seis meses últimos.
Como curiosidad, cabe señalar que los
únicos sindicatos que no tienen ninguna demanda en vigor contra las medidas
unilateralmente aplicadas por la empresa son CCOO y UGT, ya que, a pesar de
haberlas presentado en su momento, las retiraron sin explicar los motivos,
aunque, a estas alturas, cualquier explicación resulta innecesaria. ¿Qué te parece?
A nosotros lo mismo.
En la situación actual, la CSI sigue
manteniendo que no sobra ningún trabajador y que nuestros salarios y nuestros
empleos no deben utilizarse para financiar el banco privado de Manuel
Menéndez y sus cómplices políticos. Por
si alguien tenía alguna duda (no es nuestro caso, obviamente), lo visto durante
estos seis meses deja bien claro que Menéndez no tiene ningún plan que garantice la viabilidad de
nuestra entidad y nuestros puestos de trabajo, más bien al contrario, lo que
pretende desarrollar es una estrategia de voladura controlada que entierre los
desaguisados de su nefasta gestión y los suculentos beneficios que las ruina de
las cajas ha generado entre socios y compadres varios.
La reciente sentencia les obliga a intentar
reeditar con mayor acierto el atraco que les ha salido mal.
Para los trabajadores sería fundamental
que, por miedo o por vergüenza (si es que les queda), los dirigentes de CCOO y
UGT no se atrevieran a estampar su firma en un acuerdo parecido al que ahora se
anula. Esperemos que en este nuevo proceso no intenten utilizar el consabido
truco de la unidad sindical para dar un barniz de legitimidad a sus sucias
maniobras. Por lo menos, con nosotros que no cuenten.
Por nuestra parte, seguimos comprometidos
a lo que dijimos en su momento: para la CSI toda posible negociación ha de
partir de la idea de que no deben ser nuestros salarios y nuestros despidos a
bajo coste los que financien Liberbank y de que toda medida propuesta por la dirección (que, recordemos
es a quien le corresponde presentar propuestas razonables y negociables, que
para eso cobra lo que cobra y tiene la responsabilidad que tiene) debe ser
acompañada con la documentación necesaria para que los representantes de los
trabajadores podamos estudiar su supuesta justificación y debe partir de la
base de garantizar la conservación de los puestos de trabajo. Igualmente, toda
medida propuesta por la dirección tiene que ser igualitaria, no
discriminatoria, justificada, razonablemente limitada en el tiempo, con
garantía real de recuperación, y de una magnitud que pueda ser asumida de forma
razonable (no como los aplicadas hasta ahora) por cada trabajador y, de forma
obligada, sometida a consulta entre los trabajadores.
Mientras tanto, pedimos a todos los
compañeros que no se dejen intoxicar por quienes quieren estafarnos. Pedimos
serenidad a la hora de juzgar lo que sucede y lo que puede suceder. Que no sean
esta pandilla de atracadores los que nos digan lo que tenemos que pensar. Que
no nos dividan. Los jodidos, los muy jodidos y los jodidísimos tenemos que
estar unidos contra quienes, una vez fracasado este intento de jodernos,
pretenden volver a la carga con las mismas aviesas intenciones.
A seguir, con la pasión necesaria, en la
pelea por nuestros puestos de trabajo y por nuestra dignidad profesional y
personal, que no están los tiempos como para rendirse, más teniendo en cuenta
que los animales que iban a ganarnos el partido sin bajarse del autobús van
perdiendo por goleada.
Ánimo y adelante.
Seguiremos informando
Que
se joda (otra vez) la Troika!!
P.D.: Sin ánimo de polémica y para evitar
generalizaciones injustas e inexactas, queremos recordar (aunque suponemos que
para muchos compañeros no será necesario) que la CSI es un sindicato de clase
(y a mucha honra). Consideramos (con todo el respeto a quienes opinan de otra
manera) que la organización y la lucha de los trabajadores no se puede
circunscribir a la empresa o al sector en el que trabajan. Para nosotros, la
unidad de los trabajadores, de los parados y precarios, de la juventud a la que
se niega un futuro, de los pensionistas y del pueblo en general es fundamental
para enfrentar a los bandidos de traje y corbata que vienen a arrebatárnoslo
todo.
Por esto, consideramos que no es correcto
relacionar la traición y la corrupción con el carácter de clase de los sindicatos
implicados. Aclarado queda.
Para mayor
abundamiento: