07 diciembre 2013

Situación Actual. Sobre todo, mucha calma



Sobre todo, mucha calma
Situación Actual

Ante la imposibilidad de minimizar el impacto de la sentencia de la Audiencia Nacional que declara nulo el acuerdo fraudulento entre la dirección, CCOO y UGT y que condena a todos ellos por violación del derecho a la libertad sindical (y aún, asombrosamente, no ha dimitido nadie, ni en la dirección ni en los sindicatos a sus órdenes), los miembros de la Troika están intentando hacer borrón y cuenta nueva con la firma de un acuerdo que legalice la estafa que los trabajadores hemos conseguido tumbar.

Para lograr sus objetivos con el menor desgaste posible, estos elementos necesitan generar un clima de confusión tal que impida un análisis sosegado del alcance de la sentencia, de  nuestra situación actual y de las perspectivas que se abren cara a una nueva negociación.

La confusión a la que nos pretenden llevar, en una acción coordinada en la que se incluyen las circulares de CCOO y UGT ofreciendo su muy particular versión de la aclaración de sentencia por parte de la Audiencia, la comunicación, intencionadamente ambigua, de la dirección acerca de la aplicación de sentencia a un mes vista y la actuación en diferentes foros de los trolls habituales, pretende distraer nuestra atención de lo fundamental: la estrategia seguida por los sindicatos que nos negamos a participar en el atraco a nuestros salarios por parte de Manuel Menéndez, es la correcta y, gracias a ella, la estafa urdida por la Troika se ha venido abajo estruendosamente.

Por el tono de sus circulares, es bastante obvio que CCOO y UGT necesitan desesperadamente que cale la idea de que las medidas unilateralmente aplicadas por la dirección siguen en vigor.

Esa era parte de la estrategia por la cual no firmaron el ERE en el periodo legal de consulta. Para que su papel en esta estafa tuviera un mínimo de justificación era necesario que, una vez aplicadas dichas medidas, CCOO y UGT aparecieran como los supuestos salvadores de la plantilla que, gracias a  su firme actitud, conseguían limitar el impacto de dichas medidas con la firma un acuerdo que, según se encarga cansinamente de recordar la prensa del régimen, las suavizaba. Dado que esto es absolutamente falso, se utiliza el consabido truco del olvido a la hora de redactar el acuerdo (esta vez se olvidaron de hacer constar que ningún trabajador podría empeorar su situación una vez firmado el acuerdo respecto a la anterior, en el acuerdo de traslados se olvidaron de hacer constar que deberían ser voluntarios, en Bankia y Novagalicia se olvidaron de hacer constar que las bajas voluntarias tendrían prioridad sobre las forzadas……).

Al igual que en el acuerdo de traslados, una oportuna demanda ante la Audiencia Nacional sin ninguna posibilidad de prosperar contra el acuerdo que ellos mismos firmaron, con el resultado esperable (la Audiencia les recuerda que cuando se firma un acuerdo, lo que vale es lo firmado y no el supuesto espíritu y otras zarandajas esotéricas de Cuarto Milenio) cierra el camino a las demandas individuales y remata el suculento negocio que supone la transferencia anual de más de 120 millones de euros de nuestros salarios y beneficios sociales al banco privado de Manuel Menéndez. Como se ve, un guión perfectamente orquestado que sólo ha encontrado un obstáculo: los trabajadores no somos tontos de capirote como estos estafadores se imaginan.

Por mucho que les chafe el negocio a la Troika tanto si la sentencia de la Audiencia anula ahora, como parece obvio, todas las medidas en vigor como si fuera necesario llegar a celebrar los juicios que están pendientes contra las primeras medidas y que han quedado suspendidos hasta que se ejecute en los términos que ha de dictar la propia sala y no Manuel Menéndez, en base a la petición de ejecución de sentencia que se presenta a principios de la semana que viene, todos los trabajadores tenemos que retornar a la situación anterior a este sindiós: trabajando el 100% de la jornada, cobrando el 100% del salario y recuperando los beneficios sociales que nos han robado. De los atrasos que esperamos tengan que devolver, puedes hacerte una idea consultando las nóminas de estos seis meses últimos.

Como curiosidad, cabe señalar que los únicos sindicatos que no tienen ninguna demanda en vigor contra las medidas unilateralmente aplicadas por la empresa son CCOO y UGT, ya que, a pesar de haberlas presentado en su momento, las retiraron sin explicar los motivos, aunque, a estas alturas, cualquier explicación resulta innecesaria. ¿Qué te parece? A nosotros lo mismo.

En la situación actual, la CSI sigue manteniendo que no sobra ningún trabajador y que nuestros salarios y nuestros empleos no deben utilizarse para financiar el banco privado de Manuel Menéndez  y sus cómplices políticos. Por si alguien tenía alguna duda (no es nuestro caso, obviamente), lo visto durante estos seis meses deja bien claro que Menéndez no tiene  ningún plan que garantice la viabilidad de nuestra entidad y nuestros puestos de trabajo, más bien al contrario, lo que pretende desarrollar es una estrategia de voladura controlada que entierre los desaguisados de su nefasta gestión y los suculentos beneficios que las ruina de las cajas ha generado entre socios y compadres varios. 

La reciente sentencia les obliga a intentar reeditar con mayor acierto el atraco que les ha salido mal.

Para los trabajadores sería fundamental que, por miedo o por vergüenza (si es que les queda), los dirigentes de CCOO y UGT no se atrevieran a estampar su firma en un acuerdo parecido al que ahora se anula. Esperemos que en este nuevo proceso no intenten utilizar el consabido truco de la unidad sindical para dar un barniz de legitimidad a sus sucias maniobras. Por lo menos, con nosotros que no cuenten.

Por nuestra parte, seguimos comprometidos a lo que dijimos en su momento: para la CSI toda posible negociación ha de partir de la idea de que no deben ser nuestros salarios y nuestros despidos a bajo coste los que financien Liberbank y de que toda  medida propuesta por la dirección (que, recordemos es a quien le corresponde presentar propuestas razonables y negociables, que para eso cobra lo que cobra y tiene la responsabilidad que tiene) debe ser acompañada con la documentación necesaria para que los representantes de los trabajadores podamos estudiar su supuesta justificación y debe partir de la base de garantizar la conservación de los puestos de trabajo. Igualmente, toda medida propuesta por la dirección tiene que ser igualitaria, no discriminatoria, justificada, razonablemente limitada en el tiempo, con garantía real de recuperación, y de una magnitud que pueda ser asumida de forma razonable (no como los aplicadas hasta ahora) por cada trabajador y, de forma obligada, sometida a consulta entre los trabajadores.

Mientras tanto, pedimos a todos los compañeros que no se dejen intoxicar por quienes quieren estafarnos. Pedimos serenidad a la hora de juzgar lo que sucede y lo que puede suceder. Que no sean esta pandilla de atracadores los que nos digan lo que tenemos que pensar. Que no nos dividan. Los jodidos, los muy jodidos y los jodidísimos tenemos que estar unidos contra quienes, una vez fracasado este intento de jodernos, pretenden volver a la carga con las mismas aviesas intenciones.

A seguir, con la pasión necesaria, en la pelea por nuestros puestos de trabajo y por nuestra dignidad profesional y personal, que no están los tiempos como para rendirse, más teniendo en cuenta que los animales que iban a ganarnos el partido sin bajarse del autobús van perdiendo por goleada.

Ánimo y adelante.

Seguiremos informando

Que se joda (otra vez) la Troika!!

P.D.: Sin ánimo de polémica y para evitar generalizaciones injustas e inexactas, queremos recordar (aunque suponemos que para muchos compañeros no será necesario) que la CSI es un sindicato de clase (y a mucha honra). Consideramos (con todo el respeto a quienes opinan de otra manera) que la organización y la lucha de los trabajadores no se puede circunscribir a la empresa o al sector en el que trabajan. Para nosotros, la unidad de los trabajadores, de los parados y precarios, de la juventud a la que se niega un futuro, de los pensionistas y del pueblo en general es fundamental para enfrentar a los bandidos de traje y corbata que vienen a arrebatárnoslo todo.

Por esto, consideramos que no es correcto relacionar la traición y la corrupción con el carácter de clase de los sindicatos implicados. Aclarado queda.
Para mayor abundamiento: