Conflicto
colectivo congelación
bandas
salariales Cajastur
Como todos
sabemos, el árbol podrido del acuerdo del 25 de enero de 1999 en Cajastur sigue
produciendo amargos frutos en forma de recortes salariales y absorción de los
aumentos de convenio colectivo, lo que sumado a los sucesivos ERES
fraudulentos, está suponiendo para todos los trabajadores que accedieron a
nuestra Caja a partir de dicho acuerdo, además de una manifiesta injusticia,
una clara discriminación respecto al resto de trabajadores que forman parte de
Liberbank.
En 2.008, una vez
firmado el Convenio Estatal, se procedió, por última vez, a la negociación de
las condiciones postconvenio en Cajastur para su periodo de vigencia
(2.008-2.010), actualizándose las bandas salariales (niveles máximo y mínimo)
en el mismo porcentaje de aumento salarial de dicho Convenio.
Desde 2011 hasta
2016 no se produjo ninguna actualización, por no contemplarlo el Convenio o por
los diferentes ERES fraudulentos que contemplan inaplicación del incremento
salarial de convenio.
El convenio en
vigor, firmado en agosto de 2016, contempla una subida salarial de 1% para 2015
y 2016, de otro 1% en 2017 y de 1,25% para 2018, que no se ha trasladado a las
bandas salariales de los trabajadores ingresados en Cajastur desde 2018.
En vista de que ni
se aplicaba esta subida, ni se convocaba ningún proceso negociador de mejoras
postconvenio por parte de la dirección, desde la CSI hemos planteado un
conflicto colectivo reclamando esta actualización de las bandas salariales y,
subsidiariamente, la apertura por parte de la dirección de un proceso
negociador con la representación de los trabajadores a estos efectos.
Como es obligado
en los conflictos colectivos, como paso previo a la demanda en los tribunales,
fuimos citados, junto con la dirección, el resto de los sindicatos y los
comités de empresa de Asturias (comité de oficinas y comité de servicios
centrales y Oviedo OP) por el SASEC (Servicio Asturiano de Solución
Extrajudicial de Conflictos) para que se efectuase la mediación
correspondiente.
La primera cita
tenía fecha de 7 de febrero, pero fue aplazada a petición de la empresa
fijándose para el miércoles pasado.
Además de la CSI,
acudieron a la mediación y se adhirieron a la solicitud CCOO y CSICA.
En el acto de dicha
mediación, la dirección manifestó que no aceptaban la reclamación que hacíamos
(revisión de las bandas salariales con efectos de 2016 y pago de los atrasos
generados por dicha revisión) en los términos en que la habíamos planteado y
que debíamos efectuar otra petición que sí pudieran considerar para negociar
sobre ella.
Nuestra respuesta,
como es lógico, consistió en reiterarnos en lo solicitado y manifestar que, en
el caso (muy improbable) de que la empresa quisiera negociar algo, debería ser
ella quien hiciera una contrapropuesta en respuesta a nuestra reclamación, más
aún cuando, según los representantes de la dirección, ni siquiera tenían
evaluado el coste de la medida reclamada.
Después de una
serie de réplicas y contrarréplicas y de un receso para que los representantes
de la dirección hicieran las consultas pertinentes, los mediadores del SASEC propusieron
fijar una nueva reunión en la que, supuestamente, la dirección, una vez
evaluado el coste de la medida, debería presentar una propuesta concreta sobre
la que se pueda negociar.
El plazo máximo
para que se celebre esa reunión se fijó en un mes.
A pesar de nuestro
lógico escepticismo acerca de la voluntad negociadora de la dirección, y tanto
por obligación legal como paso previo a la demanda en los tribunales como por nuestra
lógica intención de no judicializar más todavía las relaciones laborales si no
nos obligan a ello, acudiremos a dicha reunión con la intención de defender una
reclamación que consideramos justa y los derechos de los trabajadores, como es
nuestra obligación.
Evidentemente,
informaremos en tiempo y forma de todo lo que acaezca en este proceso o, en su
caso, de la demanda judicial e igualmente convocaremos las pertinentes
asambleas de trabajadores en el caso de que hubiera que tomar decisiones acerca
de una hipotética oferta de la dirección.
Y, como siempre, a
seguir en la pelea.
Por la cuenta que
nos trae a todos.
15 de febrero de
2018
P.D.: en junio de
2017, deprisa y corriendo y, como es habitual, de espaldas a los trabajadores,
una serie de sindicatos (los habituales, CCOO, UGT y CSIF, más las estrellas
invitadas STC/CIC y la Candidatura Independiente de Servicios Centrales de
Asturias y Oviedo OP) firmaron el tercer ERE fraudulento de Liberbank cuya
filosofía (por llamarlo de alguna manera) coincide con el acuerdo del 25-01-99
en aquello que, de forma tan grosera como efectiva, definió uno de los
sindicalistas firmantes de aquel acuerdo: “el que venga detrás, que se joda”.
Según STC/CIC, en
la primera de las circulares de una serie explicativa que anunciaron y que
nunca llegaron a publicar, debido seguramente al entusiasmo perfectamente
descriptible con que fue acogida por crítica y público la primera entrega, los
trabajadores del común (e incluso los sindicalistas sin graduación que no
firmamos estos recortes) comprenderíamos con el tiempo las bondades del ERE
fraudulento que ellos habían firmado y los motivos económicos que hacían
imprescindible dicha firma (sin consultar a los trabajadores afectados, no
fuera a ser que, por ignorancia, dijéramos que no) y que ellos habían analizado
y comprendido en cinco minutos.
El tiempo pasa,
inexorable, y la verdad es que seguimos sin comprender (limitados que somos)
las supuestas bondades de ese nuevo ERE fraudulento y, más aún, todavía
encontramos mayores motivos para la indignación ante la forma que tienen de
tomarnos por tontos de capirote a los trabajadores.
En el proceso
negociador (por llamarlo de alguna manera) de este ERE fraudulento actualmente
en vigor, los sindicalistas firmantes le regalaron a la dirección 27 días del
plazo legal, firmando a toda prisa lo que le interesaba a dicha dirección (a
cambio de alguna cosa, condiciones de salida de la entidad, por ejemplo, que
les interesaba a los dichos sindicalistas) sin aprovechar la necesidad de la
empresa de tener el apoyo de una mayoría de la representación de los
trabajadores para plantear otras reivindicaciones nada descabelladas, como la
negociación para actualizar las bandas salariales de los trabajadores de
Cajastur ingresados después de enero de 1.999.
Que los sindicatos
que basan su mayoría en el grupo Liberbank en CCM (CCOO, UGT, CSIF) no hayan
mostrado ninguna inquietud por esta situación, puede ser discutible, pero tiene
su lógica.
Lo que, a nuestro
modesto entender no es de recibo es que quienes firmaron este tercer ERE
fraudulento en base a la representación que en su mayor parte o en su totalidad
tienen en lo que fue Cajastur, no hayan planteado, ni aprovechando la
“negociación” del ERE, ni después, ninguna iniciativa en torno
a esta injusta situación.
Teniendo en cuenta
que tanto STC/CIC como la Candidatura Independiente de Servicios Centrales de
Asturias y Oviedo OP tuvieron tiempo de sobra como para regalarle a la
dirección 27 días del proceso negociador.
¿Les falto
voluntad?
¿Les faltaron las
ganas?
¿Estaban a otra
cosa?
¿Les cegó la
emoción?
¿Les pudieron los
nervios?
A ti, ¿qué te
parece?
Imagínate a
nosotros