16 febrero 2018

Conflicto colectivo congelación bandas salariales Cajastur




Conflicto colectivo congelación
bandas salariales Cajastur

Como todos sabemos, el árbol podrido del acuerdo del 25 de enero de 1999 en Cajastur sigue produciendo amargos frutos en forma de recortes salariales y absorción de los aumentos de convenio colectivo, lo que sumado a los sucesivos ERES fraudulentos, está suponiendo para todos los trabajadores que accedieron a nuestra Caja a partir de dicho acuerdo, además de una manifiesta injusticia, una clara discriminación respecto al resto de trabajadores que forman parte de Liberbank.

En 2.008, una vez firmado el Convenio Estatal, se procedió, por última vez, a la negociación de las condiciones postconvenio en Cajastur para su periodo de vigencia (2.008-2.010), actualizándose las bandas salariales (niveles máximo y mínimo) en el mismo porcentaje de aumento salarial de dicho Convenio.

Desde 2011 hasta 2016 no se produjo ninguna actualización, por no contemplarlo el Convenio o por los diferentes ERES fraudulentos que contemplan inaplicación del incremento salarial de convenio.

El convenio en vigor, firmado en agosto de 2016, contempla una subida salarial de 1% para 2015 y 2016, de otro 1% en 2017 y de 1,25% para 2018, que no se ha trasladado a las bandas salariales de los trabajadores ingresados en Cajastur desde 2018.

En vista de que ni se aplicaba esta subida, ni se convocaba ningún proceso negociador de mejoras postconvenio por parte de la dirección, desde la CSI hemos planteado un conflicto colectivo reclamando esta actualización de las bandas salariales y, subsidiariamente, la apertura por parte de la dirección de un proceso negociador con la representación de los trabajadores a estos efectos.

Como es obligado en los conflictos colectivos, como paso previo a la demanda en los tribunales, fuimos citados, junto con la dirección, el resto de los sindicatos y los comités de empresa de Asturias (comité de oficinas y comité de servicios centrales y Oviedo OP) por el SASEC (Servicio Asturiano de Solución Extrajudicial de Conflictos) para que se efectuase la mediación correspondiente.


La primera cita tenía fecha de 7 de febrero, pero fue aplazada a petición de la empresa fijándose para el miércoles pasado.

Además de la CSI, acudieron a la mediación y se adhirieron a la solicitud CCOO y CSICA.

En el acto de dicha mediación, la dirección manifestó que no aceptaban la reclamación que hacíamos (revisión de las bandas salariales con efectos de 2016 y pago de los atrasos generados por dicha revisión) en los términos en que la habíamos planteado y que debíamos efectuar otra petición que sí pudieran considerar para negociar sobre ella.

Nuestra respuesta, como es lógico, consistió en reiterarnos en lo solicitado y manifestar que, en el caso (muy improbable) de que la empresa quisiera negociar algo, debería ser ella quien hiciera una contrapropuesta en respuesta a nuestra reclamación, más aún cuando, según los representantes de la dirección, ni siquiera tenían evaluado el coste de la medida reclamada.

Después de una serie de réplicas y contrarréplicas y de un receso para que los representantes de la dirección hicieran las consultas pertinentes, los mediadores del SASEC propusieron fijar una nueva reunión en la que, supuestamente, la dirección, una vez evaluado el coste de la medida, debería presentar una propuesta concreta sobre la que se pueda negociar.

El plazo máximo para que se celebre esa reunión se fijó en un mes.

A pesar de nuestro lógico escepticismo acerca de la voluntad negociadora de la dirección, y tanto por obligación legal como paso previo a la demanda en los tribunales como por nuestra lógica intención de no judicializar más todavía las relaciones laborales si no nos obligan a ello, acudiremos a dicha reunión con la intención de defender una reclamación que consideramos justa y los derechos de los trabajadores, como es nuestra obligación.

Evidentemente, informaremos en tiempo y forma de todo lo que acaezca en este proceso o, en su caso, de la demanda judicial e igualmente convocaremos las pertinentes asambleas de trabajadores en el caso de que hubiera que tomar decisiones acerca de una hipotética oferta de la dirección.

Y, como siempre, a seguir en la pelea.

Por la cuenta que nos trae a todos.

15 de febrero de 2018

P.D.: en junio de 2017, deprisa y corriendo y, como es habitual, de espaldas a los trabajadores, una serie de sindicatos (los habituales, CCOO, UGT y CSIF, más las estrellas invitadas STC/CIC y la Candidatura Independiente de Servicios Centrales de Asturias y Oviedo OP) firmaron el tercer ERE fraudulento de Liberbank cuya filosofía (por llamarlo de alguna manera) coincide con el acuerdo del 25-01-99 en aquello que, de forma tan grosera como efectiva, definió uno de los sindicalistas firmantes de aquel acuerdo: “el que venga detrás, que se joda”.

Según STC/CIC, en la primera de las circulares de una serie explicativa que anunciaron y que nunca llegaron a publicar, debido seguramente al entusiasmo perfectamente descriptible con que fue acogida por crítica y público la primera entrega, los trabajadores del común (e incluso los sindicalistas sin graduación que no firmamos estos recortes) comprenderíamos con el tiempo las bondades del ERE fraudulento que ellos habían firmado y los motivos económicos que hacían imprescindible dicha firma (sin consultar a los trabajadores afectados, no fuera a ser que, por ignorancia, dijéramos que no) y que ellos habían analizado y comprendido en cinco minutos.

El tiempo pasa, inexorable, y la verdad es que seguimos sin comprender (limitados que somos) las supuestas bondades de ese nuevo ERE fraudulento y, más aún, todavía encontramos mayores motivos para la indignación ante la forma que tienen de tomarnos por tontos de capirote a los trabajadores.

En el proceso negociador (por llamarlo de alguna manera) de este ERE fraudulento actualmente en vigor, los sindicalistas firmantes le regalaron a la dirección 27 días del plazo legal, firmando a toda prisa lo que le interesaba a dicha dirección (a cambio de alguna cosa, condiciones de salida de la entidad, por ejemplo, que les interesaba a los dichos sindicalistas) sin aprovechar la necesidad de la empresa de tener el apoyo de una mayoría de la representación de los trabajadores para plantear otras reivindicaciones nada descabelladas, como la negociación para actualizar las bandas salariales de los trabajadores de Cajastur ingresados después de enero de 1.999.

Que los sindicatos que basan su mayoría en el grupo Liberbank en CCM (CCOO, UGT, CSIF) no hayan mostrado ninguna inquietud por esta situación, puede ser discutible, pero tiene su lógica.

Lo que, a nuestro modesto entender no es de recibo es que quienes firmaron este tercer ERE fraudulento en base a la representación que en su mayor parte o en su totalidad tienen en lo que fue Cajastur, no hayan planteado, ni aprovechando la “negociación” del ERE, ni después,  ninguna iniciativa en torno a esta injusta situación.

Teniendo en cuenta que tanto STC/CIC como la Candidatura Independiente de Servicios Centrales de Asturias y Oviedo OP tuvieron tiempo de sobra como para regalarle a la dirección 27 días del proceso negociador.

¿Les falto voluntad?

¿Les faltaron las ganas?

¿Estaban a otra cosa?

¿Les cegó la emoción?

¿Les pudieron los nervios?

A ti, ¿qué te parece?

Imagínate a nosotros