Reunión en Madrid: la empresa miente (¡qué raro!)
Una vez recibida el acta provisional de la
reunión que mantuvimos en Madrid, a convocatoria de la dirección, el pasado 22
de octubre constatamos con una relativa sorpresa que, en lo referente a la
intervención de la CSI, cualquier parecido con la realidad es pura
coincidencia.
Al parecer, el hábito de mentir en las
relaciones laborales crea una profunda adicción y los directivos de Liberbank,
a pesar de sus ciclópeos esfuerzos por desengancharse, no son capaces de
librarse de tan nefando vicio, cosa bastante entendible vistas las escasas consecuencias
negativas (más bien al contrario) que, en su desarrollo profesional y salarial,
ha tenido la práctica habitual, recurrente y sostenida de la falsedad en todo
momento y en todo lugar.
En el acta provisional que nos envían, se
afirma que “por parte de la CSI se
señala que quiere ver la propuesta por escrito y sin parecerle mal lo
propuesto, se plantea cuando (sic)
se va a hablar de las cosas que quieren y plantean los trabajadores y no solo (resic) aquellas que interesan a la empresa”
¿Sin parecernos mal lo propuesto?
Menos mal que no dicen que la CSI preguntó ¿dónde
hay que firmar?
Como es lógico, en ningún momento afirmamos
tal cosa, sino que manifestamos la necesidad de contar con una propuesta
escrita que desarrolle detalladamente lo que nos manifestaron breve y
verbalmente (propuesta que, hoy, a escasas fechas de la segunda reunión, que la
empresa ha pospuesto para el próximo miércoles 31 de octubre, todavía no hemos
recibido) dado que, como dijimos, los acuerdos que se firman en Liberbank suelen
ser reinterpretados como le interesa a la dirección, de manera que si en el
acuerdo dice a, resulta que, a la hora de aplicarlo, sólo se refería a la a
mayúscula y no a la a minúscula.
También dijimos que no puede ser que
siempre se llame a los sindicatos para firmar deprisa y corriendo aquello que
le interesa a la dirección y nunca se planteen los asuntos pendientes de
negociación que, en el caso de los trabajadores procedentes de Cajastur, ya
hemos expuesto en reiteradas ocasiones y pusimos como ejemplo la retribución
contemplada en el acuerdo de 2008 que fijaba un baremo para su abono que no se
cumplió nunca, ni siquiera el primer año (cosa que, obviamente, la empresa ya
sabía a la hora de firmar el acuerdo) y que contemplaba que, si no se cumplía durante
dos años consecutivos debería volver a negociarse, sin que hasta el momento se
haya hecho.
Aunque es obvio que el acta de una reunión
no puede recoger el contenido literal de las intervenciones, so peligro de
convertirse en Los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós, lo que no es de
recibo es pretender, como hace la dirección, tergiversar el sentido de nuestra
intervención para dar a entender que, a estas alturas del partido, después de
todo lo que hemos visto y padecido en las mesas de negociación de Liberbank,
los representantes de la CSI nos fiamos de los cuentos que nos cuentan y vamos
a estas reuniones, como hacen otros, con el bolígrafo en la mano y haciendo
ejercicios de calentamiento de muñeca.
Nada más lejos de la realidad.
Por la cuenta que nos trae a todos los
trabajadores.
Seguiremos informando.
29 de octubre de 2018
Reiteramos lo que manifestamos previamente
a la reunión del 22 de octubre sobre este proceso de unificación de nóminas,
subrayando que, si a la dirección le
interesa hablar del cómo vamos a cobrar, a los trabajadores nos interesa hablar
del qué vamos a cobrar.
Por
parte de la CSI, consideramos que el final del proceso de la fusión por absorción de Banco de Castilla la Mancha por parte de
Liberbank, debería traer consigo la solución a los problemas específicos de los
trabajadores en función de su entidad de procedencia y para eso vamos a
solicitar que se abra un verdadero proceso de negociación (y no, como hasta
ahora un paripé para firmar todo lo que la dirección quiere) en el que se dé
solución a situaciones injustas que venimos arrastrando desde hace años (desde
1999 en el caso de Cajastur).
Ahora es el momento de que, mediante una negociación real y
efectiva, se aborden estos temas que deben ser resueltos de una vez por todas y
que ya no pueden obviarse con las manidas disculpas de que ya no somos Cajastur
(cuando interesa a la dirección) o todavía no somos una misma entidad (cuando
vuelve a interesarle a esa misma dirección). Entre otras, las cuestiones a
negociar serían las siguientes:
Acuerdo de empresa del 25 de enero 1999, que introduce un
sistema de niveles propio que la empresa sigue utilizando cuando le conviene, y
penaliza de una manera intolerable a los compañeros ingresados después de esa
fecha.
Bandas salariales, pendientes de actualizar
Consolidaciones de puestos, pendientes de aplicar
Reconocimiento de las expectativas de promoción, necesario e
imprescindible ante una unificación de condiciones.
Acuerdo de retribución variable 2004, donde se establece un
sistema propio para la aplicación de dicha retribución.
Acuerdo de empresa de 2008, que contempla un sistema propio
para el cálculo del complemento de las pagas de beneficios de convenio
colectivo. Dicho sistema no se cumplió ni siquiera el primer año (así son los
acuerdos firmados por la dirección y sus expertos sindicales) y, a pesar de
tener que negociarse si no se cumplía durante más de dos años, sigue sin ser
negociado.
Otras situaciones que afectan a los sistemas retributivos y
de promoción profesional.