23 noviembre 2010

Circular Basada en un Hecho Real
La seguridad de todos
es importante
(pero la de unos más que la de otros, al parecer)
A principios de este verano, un trabajador de una oficina de nuestra Caja recibe graves amenazas contra su integridad física y contra su vida mientras se encontraba desarrollando tareas de atención al público. El trabajador amenazado presenta la pertinente denuncia en la Comisaría de Policía.
Cuando recibe la notificación para comparecer en el juicio derivado de la denuncia referida, solicita por Lotus Notes a Recursos Humanos el respaldo jurídico de la empresa, más concretamente, que la dirección le asigne los servicios de un abogado para asistirle en el juicio, dado que la amenaza se produjo mientras realizaba su trabajo y precisamente por cumplir las normas dictadas por la propia dirección en materia de reintegros.
Transcurridos dos meses desde que envió el Lotus Notes y al no recibir respuesta de la dirección, el trabajador amenazado se pone en contacto por teléfono con el Departamento de Recursos Humanos, donde se le indica que no se le va a prestar la asistencia jurídica que solicita ya que “la presentación de la denuncia había sido una iniciativa personal” (sic). Ante la petición del trabajador de que este y otros argumentos del mismo lamentable nivel se le hicieran llegar por escrito, de la misma manera que él había realizado la petición de asistencia jurídica, no ha habido, hasta el momento, respuesta alguna por parte de Recursos Humanos.
Esta situación nos hace plantearnos las siguientes preguntas:
Si el amenazado hubiese sido algún miembro del Equipo Directivo (en la arriesgada hipótesis de que en algún momento salieran de sus confortables e hiperprotegidos despachos para enfrentarse a la vida real, con clientes reales y situaciones reales que no se pueden resolver ni con los malabarismos contables ni con el garrotazo y tentetieso ejecutivo)
¿Sería idéntica la respuesta?
¿Tendría que pagar de su bolsillo la asistencia jurídica derivada de esta situación?
Con esta decisión sobre el caso concreto que estamos denunciando
¿Pretende ahorrar gastos la misma dirección que no escatima dinero (de la Caja, obviamente, no del suyo propio) en la contratación de un tropel de abogados a la hora de defenderse en los tribunales de las reclamaciones de los trabajadores y a la hora de aplicar un proyecto de reconversión que se va a llevar por delante muchos puestos de trabajo?
23 de Noviembre de 2010
P.D.: Al margen del resultado de esta situación concreta, consideramos urgente y necesario que, ante la situación de indefensión en la que nos encontramos los trabajadores de las Oficinas en un contexto de crispación que, sin falsos alarmismos, nadie puede negar, se establezca y se dé a conocer por parte de la dirección un protocolo de actuación en los casos de violencia verbal, insultos, amenazas y/o agresiones que nos proteja y que evite que la dirección se escude en disculpas intolerables para desentenderse de este tipo de sucesos.
Esperemos que, por una vez (y que sirva de precedente), los responsables de Recursos Humanos actúen de forma diligente y racional en el establecimiento de este protocolo de actuación cuya necesidad resulta bastante obvia.