15 abril 2013

Que no nos engañen: No es Europa, es Menéndez



Que no nos engañen:
No es Europa, es Menéndez

“La gran mayoría de los que dirigieron las entidades que tuvieron que ser rescatadas lo hicieron muy bien desde el punto de vista de sus propias finanzas y no tienen motivos para lamentar sus acciones.” Benjamín H. Friedman. Profesor de Harvard, universidad esta que sin gozar del prestigio mundial de la Universidad de Oviedo y sus afamados profesores, también tiene derecho a ser tenida en cuenta.

“Los inmorales nos han igualao” Siglo XX Cambalache (Tango)

Dentro de  la larga carrera de embustes de la dirección de Liberbank, difundidos urbi et orbi en los vomitivos publirreportajes publicados en la prensa adicta acerca de las innumerables virtudes (teologales y de las otras) del excelso Multipresidente  que gracias a su gestión austera, profesional, apolítica y tal y tal nos ha llevado a donde nos ha llevado, en los últimos tiempos se está insistiendo en afirmar que tanto el atraco a los clientes de las participaciones preferentes y la deuda subordinada como los ERES, los recortes salariales y los despidos baratos que pretende aplicarnos a los trabajadores se deben, no a la intención deliberada de Menéndez de que nuestros clientes le financien la salida a bolsa de su banco y de continuar en su habitual política de permanente agresión a los trabajadores, sino a que Europa le obliga a tomar estas medidas.

Nada más lejos de la realidad. A estas alturas y, a pesar de que gran parte de lo acordado entre la dirección de Liberbank y la autoridad monetaria europea sigue siendo secreto (¿no te parece extraño que en estos tiempos en que no se deja de hablar de transparencia, un asunto de la importancia de este pueda mantenerse oculto? ¿Qué hay en ese acuerdo que ni Menéndez ni la autoridad europea quieren que lo conozcamos?), un somero análisis de lo sucedido en los últimos meses nos indica claramente lo que, según la CSI, pretenden ocultarnos:

La intervención del FROB en la recapitalización de Liberbank, en una cantidad ridícula para las necesidades detectadas por la auditoria de Oliver Wayman (en torno al 10%) forma parte de un pacto entre la dirección de la entidad y la autoridad europea que, sin apartar a Menéndez de su puesto (de momento), permite a este llevar a cabo sus injustificables planes, apoyándose en unas supuestas exigencias europeas que le obligan, muy a su pesar, a cambiarles a los ahorradores que suscribieron participaciones preferentes y deuda subordinada sus billetes de curso legal impresos por el Banco de España por estampitas del Niño Jesús de Liberbank y a rebajarnos el salario a los trabajadores y mandarnos al desempleo temporal para, una vez que le cojamos el tranquillo al proceso de fichar la cartilla del paro, mandarnos definitivamente con la indemnización más baja posible.

La propia autoridad europea reconoce que, en lo que respecta a las dimensiones del recorte que pretende aplicarnos (si nos dejamos, obviamente) a los trabajadores, ha sido el propio Menéndez (el Austero Gestor Apolítico, Profesional y tal y tal que Sólo Cobra, según él, 31.000 Euros al Mes) dentro del plan que les ha enviado, el que ha cuantificado en 666 el número de trabajadores que, según sus personales cálculos, estamos de más en Liberbank y el que ha indicado que piensa recortar los gastos de personal en un 25%, sacándonos del bolsillo 100 millones de euros al año para financiar sus personales proyectos de banquero privado.

En vista de lo anterior, es evidente que, una vez más, siguen empeñados en tomarnos por idiotas y, una vez más, la realidad y el sentido común ponen en evidencia la desfachatez con la que pretenden camuflar mediante toneladas de mentiras el expolio a beneficio de unos pocos que significa la privatización/liquidación de nuestra Caja.

Acabamos igual que empezamos, con lo que, por una vez, nos sale una circular capicúa.

Que no nos engañen:
No es Europa, es Menéndez


Seguiremos informando

14 de Abril de 2013 (San Elefante de Botswana, virgen y mártir)