Escuela de Verano de UGT
El Gestor Austero, Apolítico,
Profesional y tal y tal que, según él, ahora sólo cobra algo más de 500 euros
al día (porca miseria), no acudió ya que, al parecer, lleva desde primeras
horas de la mañana encerrado en el excusado leyendo El Mundo
A
pesar de la ausencia del banquero del PSOE, quienes protestábamos contra la
privatización/liquidación de Cajastur, contra el brutal plan de ajuste aplicado
a los trabajadores por dicho individuo y contra la estafa de las subordinadas y
preferentes pudimos contemplar muy de cerca (mucho más de cerca de lo que ellos
hubieran deseado, según podía leerse en sus caras) a otras luminarias del
panorama político, sindical y del bajo mundo en general.
Encapsulados
entre dos cordones de policías, personajes como Cándido Méndez (el eterno
secretario general de UGT que ya no recuerda donde trabajó la última vez que lo
hizo), Justo Bragas (el burócrata vendeobreros que, según sus propias palabras,
se limpia el culo con el dinero de las indemnizaciones de los trabajadores que
despide y opina que las madres de los trabajadores de Liberbank que protestamos
por sus múltiples traiciones se dedican al oficio más antiguo del mundo) y Javier
Fernández (el individuo eternamente cansado y amargado al que sólo Menéndez y
sus simpáticas y ocurrentes privatizaciones son capaces de arrancar una franca
carcajada) hicieron el paseillo hasta la puerta del local entre los vítores y
aclamaciones (“No hay pan para tanto chorizo” fue la más coreada) de quienes
queríamos trasladarles nuestras opiniones, más bien contrarias, sobre su manera
de ejercer las obligaciones de sus cargos espléndidamente retribuidos.
Mientras
Cándido Méndez no articulaba palabra alguna, el Presidente del Principado elevó
por una vez los ojos del suelo para dedicarnos, en vano, una de sus conocidas
miradas desintegradoras, con lo cual suponemos que permanecerá de baja laboral
durante varios días a raíz de tan descontrolado esfuerzo físico, y Justo Bragas
volvió a insistir (siempre cerca de la policía) acerca de su conocida teoría
sobre el desempeño laboral de nuestras progenitoras.
Que
este Trío Calaveras, acompañados de un selecto grupo de mariachis paniaguados
de la política y el sindicalismo del régimen, se atrevan a dar lecciones de valores
y honestidades varias con la que está cayendo y teniendo en cuenta sus
trayectorias pasadas y presentes explica mejor que cualquier ensayo el nivel de
deterioro de la vida política y el creciente desprestigio de esta casta de
vividores que son cómplices de todo lo que nos está pasando.
Que
cada día más gente salgamos a la calle a decirles lo que opinamos de ellos y a
pelear por nuestro presente y nuestro futuro tiene que ser motivo de ánimo y de
esperanza.
A por
ellos, que son pocos y muy cobardes.