26 septiembre 2013

La Inspección de Trabajo comienza sus visitas



La Inspección de Trabajo comienza sus visitas

En el día de ayer, diversos centros de trabajo de Cajastur recibieron la visita de una inspectora de trabajo que despejó cualquier duda acerca de las consecuencias del incumplimiento del horario establecido en el ERTE que estamos padeciendo gracias a la Troika. Entre otras cuestiones, la inspectora dejó claro lo siguiente:

·        Al margen de que se esté percibiendo prestación de desempleo o no, todos los empleados estamos incluidos en el ERTE y tenemos la obligación de cumplir de forma estricta el horario establecido en él.

·        Aparte de las responsabilidades personales en que incurre quien incumple ese horario (recordamos que en el caso de estar percibiendo el desempleo, además de las consecuencias económicas, el código penal recoge como delito penado con cárcel este tipo de actividades), la empresa podría ser sancionada con cantidades de hasta 10.000 euros por trabajador. Es fácil de imaginar las consecuencias que tendría esta sanción económica en el futuro laboral y profesional de la persona que origine dicha sanción.    

·        Actividades como convocatorias de reuniones por la tarde son claramente ilegales y quienes participan en ellas pueden ser sancionados, por mucho que algunos jefecillos se empeñen en seguir convocándolas. A este respecto, recordamos a todos los compañeros que las jefaturas de todos los niveles están dejando a los pies de los caballos a los trabajadores que son imputados penalmente por comercializar subordinada y preferentes, por lo que resulta conveniente tener claro que no van a dar la cara por nadie y que cada uno es responsable de sus actos y de las consecuencias derivadas de ellos, sin que sirva de nada escudarse en la obediencia debida.

En resumen:

Si con la situación en que nos encontramos todos y sobremanera los compañeros afectados por las medidas más duras, algún inmoral pretende hacer méritos ante la dirección ofreciéndose a  trabajar fuera del horario establecido en el ERTE, va a tener el justo castigo que se merece (aparte del repudio del resto de los compañeros, obviamente). Afortunadamente, estamos convencidos que no hay muchos animales de este pelaje entre nosotros.

Si un jefe, jefecillo o bípedo semejante intenta presionarte para que incumplas el horario, recuérdale las responsabilidades legales en que pretende hacerte incurrir, pídele que te lo ordene por escrito o graba la conversación (es absolutamente legal) e informa a los representantes de los trabajadores. Veremos cuánto les dura la arrogancia habitual.

26 de septiembre de 2013