Segunda reunión nuevo ERE fraudulento
Nada nuevo y nada bueno: la dirección
sigue planteando recortes salariales y movilidad geográfica ilimitada (¿conseguirá
la complicidad sindical que necesita?)
Hoy ha tenido
lugar la segunda reunión convocada por la dirección para comunicarnos sus intenciones
(nada buenas, obviamente) respecto a la continuidad del plan de ajuste que
llevamos padeciendo desde hace cuatro años, una vez que, a finales de este mes,
finaliza el ERE fraudulento actualmente en vigor.
La dirección
sigue manteniendo sus intenciones que, una vez desprovistas de la habitual
verborrea pseudotécnica que pretende hacer pasar por verdad absoluta lo que
sólo es el reflejo de la voluntad de seguir apretándonos las tuercas a los
trabajadores, se resumen en el siguiente párrafo:
“La dirección de Liberbank pretende que
los trabajadores paguemos con los recortes salariales hasta finales de 2019 la
posible devolución del importe ilegalmente descontado mediante el primer ERE
fraudulento, los despidos y los traslados forzosos a cientos de kilómetros
generados por la movilidad geográfica ilimitada y forzosa y los habituales
dispendios fruto de su nefasta gestión. Además, pretenden también que, después
de cuatro años de ERES fraudulentos, aceptemos que son necesarios nuevos
recortes y despidos para asegurar la viabilidad de la empresa, con lo que
dejaríamos la puerta abierta a nuevos recortes a criterio de la dirección”
En la reunión de
hoy, la empresa no ha entregado ni su oferta por escrito ni ningún tipo de
documentación que acredite la supuesta necesidad de un ERE y solamente ha
desarrollado ligeramente la oferta de bajas incentivadas, en el sentido
siguiente:
Propone hasta un máximo de 525 despidos,
con voluntariedad para el trabajador y con dos situaciones distintas:
Colectivo de trabajadores nacidos en 1956,
57 y 58 con prioridad para solicitar la medida, reservándose la empresa un 15%
al que podría rechazar la medida por razones organizativas, en condiciones
iguales a las de la excedencia voluntaria, pagaderas en forma de renta desde la
extinción del contrato hasta los 63 años.
Resto de trabajadores (mayores o menores):
la indemnización del acuerdo de junio 2016, con las particularidades fiscales
de incluirse en un ERE. La aceptación de la medida, en este caso, sería a
criterio de la empresa.
Por parte de la CSI, expusimos los siguientes
argumentos:
Firmar la movilidad geográfica
ilimitada como la del 2011 significa firmar despidos.
El acuerdo de ese año consistió en una oferta de prejubilaciones en
mucho mejores condiciones que las actuales (en las que estaban incluidos los
directivos de la empresa y los directivos sindicales de aquella época) a cambio
de aplicarnos la movilidad geográfica ilimitada a quienes continuábamos en la
empresa.
CSI denunció que se daba carta blanca a la dirección para, mediante
traslados a cientos de kilómetros, obligar a muchos compañeros a aceptar la
baja en la entidad dadas sus circunstancias personales y familiares, como así
ocurrió.
Los sindicatos firmantes dijeron que la movilidad geográfica era
voluntaria, pero que no habían puesto esa palabra en el acuerdo porque “lo
daban por hecho” y que la empresa “los había engañado”.
Para completar el teatrillo, presentaron una demanda ante la Audiencia
Nacional destinada al fracaso desde un primer momento. La bofetada que les dio
la AN por pretender recurrir lo que habían firmado con pleno conocimiento fue
antológica.
A día de hoy, tal y como hemos denunciado desde la CSI, algunos
jefezuelos están amenazando con despidos y traslados a quienes no cumplan sus
exigencias en el plano de la actividad comercial.
Presentada denuncia en ese sentido ante la Inspección de Trabajo de
Asturias, comparecieron directivos de Liberbank que, con la hipocresía
habitual, manifestaron que de ningún modo se iba a utilizar el incumplimiento
de objetivos comerciales para represaliar a nadie.
Sin embargo, las amenazas de Territoriales y Jefes de Zona no han dejado
de incrementarse en las últimas semanas.
Obviamente, ahora no cabe alegar engaño por parte de la empresa, ni
error por parte de los sindicatos que firmen lo que la empresa pretende: firmar
la movilidad geográfica ilimitada es firmar despidos para los compañeros. Ni
más ni menos.
Con el recorte del 10% hasta finales
del 2019, quieren que paguemos la estafa del primer ERE y los despidos
derivados de la movilidad geográfica ilimitada.
El consejero delegado de Liberbank, Manuel Menéndez, pretende que los
trabajadores paguemos con los nuevos recortes salariales la devolución de lo
recortado por la anulación del primer ERE fraudulento, en el caso de que el TS
confirme la anulación de las medidas unilaterales previas a dicho ERE. En el
caso de que el TS nos dé la razón, con el recorte del 10%, le sobraría para
pagar, de nuestro bolsillo también, las indemnizaciones por los traslados y en
su caso, algunos dispendios tan difícilmente justificables como los conocidos
hasta ahora: pagos a Ausbanc, a políticos de postín y familiares directos de
ellos, a antiguos sindicalistas devenidos como pago a sus traiciones en
directivos de la empresa, aumentos de sueldo al Consejero Delegado, dietas
millonarias a los miembros del Consejo de Administración por su desconocida
labor, obras en oficinas para liquidar la marca comercial Cajastur (uno de
nuestros mejores activos), patéticas y carísimas ocurrencias como el robot
Liberfácil.
Por otro lado, hablando de recortes: ¿para cuándo una equiparación, no
en recortes, sino en salarios de los trabajadores de Cajastur con el resto de
los trabajadores de Liberbank?
A partir del acuerdo del 25 de enero de 1999, los trabajadores de
Cajastur hemos sufrido una pérdida salarial muy importante, sobre todo en el
caso de los compañeros ingresados desde esa fecha, que sufren una congelación
salarial desde su fecha de entrada. Este
acuerdo, firmado por UGT y USO hizo que llegásemos al día de hoy en unas
condiciones salariales mucho peores que otros territorios, por lo que este
recorte adicional del 10%, inadmisible para cualquier trabajador, lo es aún
menos para quienes ya llevamos muchos años padeciendo la teoría de la
austeridad salarial ajena de Manuel Menéndez.
La propuesta de bajas incentivadas
respecto a un colectivo que, en teoría, ya estaría incluido en los planes de excedencias
voluntarias, pendientes de desarrollar por parte de la empresa.
Antes que nada, la dirección debería aclarar si da por terminado el
proceso de excedencias pactadas y en qué situación quedan quienes, estando
incluidos en dicho proceso, todavía no han sido llamados por la dirección o, en
su caso, han mantenido la preceptiva entrevista, pero no han firmado la adhesión
a dicha excedencia.
Por todo esto, quien firme un acuerdo de este tipo estaría nuevamente
convalidando la teoría de la dirección de que la viabilidad de Liberbank
depende de la posibilidad de despedir y recortar salarios, con lo que deja la
puerta abierta y la justificación preparada para nuevos recortes y nuevos
despidos.
Próxima reunión:
viernes, a las 12 de la mañana.
Seguiremos
informando.
07 de junio de
2017