10 marzo 2020

Coronavirus


Coronavirus

La extensión a nuestro país del coronavirus trae consigo la necesidad ineludible de adoptar medidas de prevención para evitar su extensión, para controlar los posibles casos de contagio y para contribuir a que sea posible la conciliación de la vida laboral y familiar en caso de que, como está ocurriendo en alguna comunidad autónoma, la clausura temporal de colegios y escuelas trastoque de manera radical las necesidades de atención de los hijos.

Desde la CSI, sin abonarnos a ningún tipo de catastrofismo e intentando poner las cosas en su justo término (de momento, ha sido mucho más dañina la Reforma Laboral y la nefasta gestión del equipo directivo de Liberbank que el coronavirus), pero conscientes de que nos encontramos ante una crisis cuya evolución y cuyo final nadie puede predecir, recordamos lo que es obvio: quien tiene que tomar las medidas pertinentes es la dirección de la entidad, que para eso cobra (y bien que cobra).

Cosas tan obvias y tan urgentes como proporcionar a los trabajadores los necesarios elementos de higiene y el aumento del tiempo de limpieza de las oficinas no pueden esperar.

En el caso de la adquisición del gel desinfectante que no acaba de llegar a las oficinas y departamentos, lo que ha obligado a que muchos trabajadores ya lo hayan adquirido pagándolo de su bolsillo, es necesario que desde la dirección se dé orden a los jefes de zona y directores de departamentos para que adquieran de manera inmediata estos materiales y se encarguen de su reposición en los comercios locales para dotar de ellos a los centros de trabajo bajo su responsabilidad sin esperar a un envío centralizado cuya fecha de llegada no se vislumbra.

Así mismo, la dirección debe establecer de manera inmediata medidas de flexibilidad horaria para quienes se vean afectados por los cambios que se produzcan en la actividad de centros escolares u otros centros de atención a personas que dependan de los trabajadores de Liberbank.

Esta situación cambiante obliga, al igual que se está haciendo en otras entidades y en otros ámbitos (el cambio de la baja por coronavirus de enfermedad común a accidente de trabajo), a tomar decisiones rápidas y efectivas.

Y es a la dirección a la que le corresponde.

Les toca cumplir con su obligación y ganarse su sueldo con algo más que no sean las presiones y las amenazas y las rebajas salariales de los trabajadores.

Seguiremos informando. 

10 de marzo de 2020